La soberbia del presidente ruso Vladímir Putin parece infinita. Cuando la guerra avizoraba un escenario más prometedor para Ucrania, el mandatario ordenó una amplia arremetida: proclamó como suyos cuatro territorios al sureste a través de referendos manipulados, ordenó el reclutamiento obligatorio de ciudadanos rusos, se apoderó de la planta nuclear más grande de Europa y amenazó de nuevo con el tema más delicado que era un ataque nuclear.
Putin no aguantó el retroceso de su ejército, ni el atentado a parte del puente de Crimea, por eso contraatacó con misiles a Kiev. Solo el lunes 17 de octubre, autoridades ucranianas reportaron cuatro muertos por agresiones contra la capital desde 28 drones «suicidas», de acuerdo al alcalde Vitali Klitschko. Justamente una semana antes, acometidas rusas dejaron en ruinas varias partes de la ciudad ucraniana de Zaporiyia, anexada parcialmente por el presidente ruso.
Es en resumen, la tragedia en su máximo esplendor empeora con la posibilidad de un ataque nuclear en Ucrania. Analistas recientemente consultados por la agencia EFE incluso aseguran que «el riesgo nuclear en la guerra podría ser mayor que el que existió durante la crisis de los misiles».
No menos importante es el exhorto que están haciendo varios países como China y Estados Unidos, para que sus ciudadanos salgan de Ucrania.
Activaron ejercicios nucleares
Aunque por un lado hay amenazas de Putin, por el otro también están los preparativos de las naciones occidentales. No obstante, allí se evita usar calificativos que generen alarmas. Por ejemplo, 60 aviones de 14 países integrantes de la OTAN activarán hasta fines de octubre ejercicios de disuasión nuclear sobre el noroeste de Europa, usando Bélgica como país de base.
Según la Alianza Atlántica, el «Steadfast Noon” se trata de “una actividad de entrenamiento rutinaria y recurrente y no están vinculada a ningún acontecimiento mundial actual”. Sin embargo, el mundo sospecha que podría tratarse de algo más.
Rusia también prepara sus propias maniobras a la par de la OTAN. Llamadas «Grom», incluirán el despliegue de misiles con capacidad nuclear, bombarderos supersónicos Túpolev Tu-160 y submarinos, mencionó EuroNews. Si bien se realizan anualmente, la diferencia es que este año coincide con la escala de tensiones por la guerra.
No es infundado el temor de que, en su ceguera por ostentar más poder, Putin decida lanzar una ataque nuclear en Ucrania. Sus palabras retumbaron en septiembre pasado cuando aseveró que si la integridad territorial de Rusia se veía amenazada utilizaría «todos los medios» para protegerla. De poner en práctica dicha premisa, el mandatario estaría desatando una destrucción mutua asegurada, donde cualquier uso de armas nucleares podría provocar la destrucción de todos los contrincantes.
Complicidad con Bielorrusia
El dictador bielorruso Aleksandr Lukashenko es amigo cercano de Putin. Lo ha dejado ver en el transcurso de los años y en sus más recientes declaraciones al exhortar a Occidente para que no cruce las «líneas rojas» de Rusia, ante una eventual escalada nuclear.
Otro punto importante es que la ubicación del país que gobierna le permitiría cercar a Volodímir Zelenski por el norte. Probablemente por eso recibirá a 9000 soldados rusos para formar parte de una supuesta «agrupación regional» que realizará más ejercicios «con fuego real». A eso hay que sumarle unos 200 vehículos blindados de combate, 170 tanques, hasta cien piezas de artillería y morteros que llegarán desde Moscú.
Estos soldados que llegarán a tierra bielorrusa probarán todo tipo de armamento. «Lanzamiento de misiles guiados antiaéreos, ejercicios especiales de equipos de ingeniería, de organización de comunicaciones, seguridad y logística», informó el viceministro de Defensa para la Cooperación Militar Internacional de Lukashenko, el coronel Valeri Revenko.
El llamado es abandonar Ucrania
Los habitantes de Ucrania están conscientes de la posibilidad de un ataque nuclear, eso reportan medios como The New York Times. Eso los lleva a preparar refugios subterráneos y hasta comprar pastillas de yoduro de potasio para evitar la absorción de yodo radioactivo. Según el portal, el Ayuntamiento de Kiev dijo que se distribuirían píldoras.
Y es que Rusia tiene el mayor arsenal de armas nucleares del mundo, seguido por EE. UU. según un ranking de Business Insider. De ahí las alarmas. Específicamente, porque podría usar sus armas tácticas, las cuales son de corte alcance y llegan a objetivos específicos, a diferencia de armas nucleares convencionales.
Al respecto, Estados Unidos, China y también Egipto emitieron alerta a sus ciudadanos en Ucrania para que salgan debido al peligro por la guerra. Por su parte, Serbia cerró temporalmente su embajada. No hay una mención específica a un hipotético ataque nuclear, pero el clima está tan tenso que no es descabellado pensar que esa sea una de las razones para pedir la salida de suelo ucraniano.