Mauricio Macri se pasó los cuatro años de gobierno descuidando a su electorado y tratando de congraciarse con un público que jamás lo iba a aceptar. Así, la gestión de Juntos por el Cambio sobreactuó un progresismo forzado, que lo único que hizo fue debilitarlo con su propia base de sustentación. Cuando Patricia Bullrich y Miguel Ángel Pichetto buscaron darle la tónica de centroderecha al espacio, pudieron remontar unos puntos, pero ya era demasiado tarde.
Ahora, el Frente de Todos cae en otra estrategia diferente, pero tan absurda como la del macrismo: hacer que los que no los votan, directamente los odien con el alma. De a poco, el Gobierno de Alberto Fernández se va degradando en una dictadura tan absurda como berreta y decadente.
La sociedad argentina está absolutamente polarizada y la pandemia del COVID-19 se volvió materia de discusión ideológica. En realidad, habría que decir partidaria, ya que darle entidad filosófica al pobre debate político argentino sería un desatino y una exageración. Como era de esperar, muchas personas enfrentadas y enojadas con el Gobierno, y que deciden guardar algo de dignidad ante el abuso de poder, eligieron no pasar encerrados en sus casas los primeros cuatro días de cuarentena dura. Antes que el nuevo toque de queda entre en vigencia, no fueron pocos los que decidieron agarrar el auto y alejarse de la Ciudad por el fin de semana largo.
Dado el cierre total de las actividades, es lógico presuponer que muchas personas decidieron ir a pasar estos cuatro días a una casa de campo, de fin de semana o al partido de la costa. Sin embargo, el capricho y ensañamiento infantil del oficialismo, le está generando un serio dolor de cabeza a las personas que abandonaron sus domicilios el viernes y pretenden volver por estas horas.
“La gente que se fue tendrá que quedarse donde está hasta el lunes 31 de mayo a las 6 de la mañana. Siempre hay algunas situaciones que el personal de las Fuerzas tiene que considerar. La orden que dimos es que no se permita el regreso”. Las bochornosas palabras pertenecen a la ministra de Seguridad, Sabina Frederic. “Quienes viajaron el fin de semana no podrán volver a sus casas hasta que termine el confinamiento”, dijo también la funcionaria para que no quede ninguna duda.
El Frente de Todos de Alberto Fernández y Cristina Kirchner pudo acceder al poder a finales de 2019 con una propuesta que prometía moderación. En los últimos meses, la gestión del Gobierno no hizo otra cosa que enfurecer a la gran mayoría de argentinos que no pertenece al segmento de fanáticos kirchneristas. No se comprende lo que busca lograr el oficialismo con estas medidas odiosas, que a simple vista carecen de todo sentido y exacerban aún más los ánimos de muchas personas.
Digna actitud de un monarca
Para el abogado constitucionalista Daniel Sabsay, la medida es absolutamente discrecional. «Se trata de un castigo arbitrario, que viola groseramente el principio de legalidad», señaló. En la opinión, se creó una contravención a través de una resolución administrativa que no se ha comunicado. «Nos acerca a la posición de un monarca», afirmó.
Fuente: PanamPost