Luego de una presunta estafa de 1800 millones de dólares, el fundador de la plataforma de criptomonedas FTX, Sam Bankman-Fried, fue arrestado en las Islas Bahamas. Ya inició su juicio y desde allí lucha para evitar la extradición a su natal Estados Unidos, objetivo que puede complicarse tras haberle sido negada una fianza este martes. En su país tendría que enfrentar además las aclaraciones correspondientes frente al hecho de que el criptomillonario donó, presuntamente, grandes sumas al Partido Demócrata.
Los reportes recientes de la agencia española EFE indican que Bankman-Fried fue formalmente acusado de ocho cargos, entre ellos el de fraude electrónico, lavado de dinero y violación de las leyes de financiación de campañas políticas por la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, que precisamente el lunes pidió su detención y extradición.
Tras una primera comparecencia, la magistrada jefe Joyann Ferguson-Pratt permitió al acusado hablar con su abogado local, Jerone Roberts, ya que Bankman-Fried aseguró que no había podido comunicar con el letrado.
Antes de iniciar el juicio, el abogado pidió que Bankman-Fried pueda tomar su medicamento contra la depresión. “No necesito agua, pero sí necesito quitarme la camisa para tomarlos”, dijo Bankman-Fried al tribunal. Debía colocarse parches de Ensam como antidepresivo. La juez a cargo, Joyann Ferguson-Pratt, no permitió que Bankman-Fried se desvistiera en la corte, lo hizo salir para llevar a cabo este procedimiento.
Para su defensa, Bankman-Fried también contrató en Estados Unidos a Mark S. Cohen, el defensor de Ghislaine Maxwell, enjuiciada por tráfico sexual. Ella se desempeñó como la «madame» de Jeffrey Epstein, quien tenía una isla donde ofrecía trabajo sexual para sus invitados. El expresidente Bill Clinton, del Partido Demócrata, fue una visita frecuente.
Principal financista del Partido Demócrata luego de George Soros
Asimismo, reportes del Washington Post confirman que Bankman-Fried fue un donante prolífico del Partido Demócrata. El joven financiero inyectó alrededor de 40 millones de dólares, solo en este ciclo, a los comités de campaña y otros grupos, en su mayoría alineados con los demócratas, según muestran los registros federales.
De hecho, el fiscal federal Damian Williams dijo el martes que Bankman-Fried hizo «decenas de millones de dólares» en donaciones ilegales para campañas. En concreto, sus contribuciones están bajo escrutinio ya que los fiscales federales alegaron que el otrora criptomillonario estadounidense había infringido las leyes de financiamiento de campañas al obtener donaciones de su fondo de cobertura de criptomonedas relacionado, Alameda Research, e informarlas falsamente como provenientes de otras personas.
Al respecto, la agencia de noticias española explicó que Alameda Research era la firma de inversiones creada por el mismo Bankman-Fried, en la que supuestamente utilizó miles de millones de dólares de los clientes de FTX sin su conocimiento para llevar a cabo arriesgadas operaciones.
Primero con su bancarrota y ahora con su detención, el Partido Demócrata perdió a su mayor donante después de George Soros. De acuerdo a Fortune, «Bankman-Fried, de 30 años, ha sido una fuerza importante en la política demócrata, ubicándose como el segundo mayor donante individual del partido en el ciclo electoral 2021-2022».
Fue el mayor contribuyente a la campaña de Biden y del Protect Our Future Pac, «el comité de acción política que respaldó a candidatos demócratas como Peter Welch, quien esta semana ganó su candidatura para convertirse en el próximo senador de Vermont, y Robert J. Menendez de New Jersey, quien aseguró un escaño en la Cámara».
FTX se declaró en quiebra el pasado 11 de noviembre y a finales de ese mismo mes, los nuevos gestores de la compañía comparecieron por primera vez ante el tribunal de bancarrota del estado de Delaware (EE.UU.) para comenzar el proceso de reestructuración.
La plataforma, que llegó a estar valorada en 32.000 millones de dólares, podría tener más de un millón de acreedores en todo el mundo. Hasta ahora, la compañía ha admitido que debe más de 3.000 millones de dólares a sus 50 principales acreedores.