MIAMI.- Al cumplirse un mes del fraude electoral del 28 de julio que dio la supuesta victoria a Nicolás Maduro en Venezuela sin cumplir con ningún procedimiento legal, un rector del cuestionado Consejo Nacional Electoral (CNE), afín al régimen, rompe el silencio oficial y confirma los resultados.
Maduro no ganó, según el rector principal Juan Carlos Delpino. “Todo lo ocurrido antes, durante y después de la elección presidencial señala la gravedad de la falta de transparencia y veracidad de los resultados anunciados”, afirma en su cuenta X, desde la clandestinidad, y lamenta “la duda” en el país y en la comunidad internacional, que él mismo ha desvirtuado.
Crisis política se agudiza
El régimen de Nicolás Maduro, negado a aceptar los resultados adversos a su aspiración a un tercer mandato, se aferra al poder y utiliza las instituciones que necesita y controla para convalidar una permanencia ilegítima. Esto ha provocado la agudización de una crisis política, sin precedentes, que encamina al país hacia el totalitarismo, según expertos.
Tres hechos resaltan en el complicado escenario, después del 28J:
1) Manejo de la Fuerza Armada Nacional, al mando del ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, quien manifiesta de forma pública e incondicional su respaldo a Maduro, a pesar de conocer los resultados de las actas en poder del Plan República y de la ilegalidad de la proclamación del CNE.
2) Acciones legislativas de la Asamblea Nacional afín a Maduro. Tras las elecciones, el parlamento aprueba leyes para controlar a la sociedad civil y eliminar espacios cívicos. Estas son: la Ley de Fiscalización, Regularización, Actuación y Financiamiento de las ONG y Asociaciones Civiles sin fines de lucro, retomada cinco meses después de aprobarse en primera discusión y sancionada el 15 de agosto pasado; Ley contra el Fascismo, Neofascismo y Expresiones Similares que la AN prepara para su sanción; Ley contra Redes Sociales, aprobada en primera discusión el 12 de agosto pasado, la cual prohíbe la difusión en redes sociales de mensajes que consideren promueven violencia como método de acción política.
Estos instrumentos legales buscarían aniquilar el espacio cívico, junto a la Ley de Cooperación Internacional (2020) y la libertad de expresión en Venezuela, afirman abogados.
3) La sentencia de la Sala Electoral del TSJ (Poder Judicial) convalida, el 22 de agosto, los resultados de CNE, que, sin los procesos legales de verificación, auditoría, totalización y publicación, da el triunfo a Maduro, desconociendo así la voluntad popular que favoreció al candidato opositor Edmundo González Urrutia.
El mundo no reconoce a Nicolás Maduro
Organizaciones, gobiernos y personalidades internacionales insisten en no reconocer la supuesta victoria de Nicolás Maduro porque no se ha mostrado resultados verificables, a un mes de la votación. Sus voces se unen al clamor nacional contra el desconocimiento de la voluntad de los electores.
La OEA, la Iniciativa Democrática de España y las Américas o Grupo IDEA, que reúne a 37 exjefes de Estado y de Gobierno, rechazan el fallo del TSJ y el “golpe de Estado contra la soberanía popular, mientras EEUU, la UE y otros 10 países de Latinoamérica afirman que no reconocen a Maduro hasta no publicar las actas. Gobiernos aliados como los de Brasil, Colombia y México también han condicionado su respaldo.
La oposición: defensa de su triunfo
La oposición unitaria, que lidera María Corina Machado y que contó con equipos claves para vigilar la trasparencia de la elección, logró obtener, en un inédito y reconocido esfuerzo, las actas que publicaron el 2 de agosto en un link de redes sociales, que permite a los ciudadanos verificar la votación.
Este movimiento que se antepone al régimen sigue activo junto con vastos sectores de la población, sorteando acechanzas de Maduro y su séquito, en defensa de la voluntad expresada en la elección de González Urrutia como presidente. Desde la masiva protesta nacional del 29 de julio, la oposición ha realizado dos concentraciones multitudinarias, la “Gran Protesta Mundial” y tiene previsto este 28 de agosto otra movilización convocada por Machado, a un mes de la victoria y contra el fraude.
¿Paralizada la economía?
Transcurrido el mes, Venezuela no concreta índices de recuperación económica que se proyectaban con un eventual triunfo de la oposición y permanece en una inquietante incertidumbre que se refleja en cierta paralización de la economía. Y sin nuevas inversiones, nacionales ni extranjeras, ante la falta de seguridad jurídica.
En medio de fuertes presiones tributarias para el sector privado, y el salario básico de los trabajadores que permanece en 130 bolívares (3,5 dólares a la tasa de cambio del Banco Central), sin aumentos desde hace más de dos años, a finales de julio la inflación se aceleró en 4%, lo que significa una depreciación nominal del bolívar respecto al dólar, según reportes de economistas hasta el 6 de agosto. Esto afecta el depauperado poder adquisitivo de la mayoría de la población que afecta directamente el comercio.
Represión en aumento
Desde que Maduro amenazó con un “baño de sangre” el día de la elección si perdía, la violencia y represión de las fuerzas de seguridad contra opositores y disidentes no ha cesado.
A la segunda citación del Ministerio Público a González Urrutia para que este 28 de agosto acuda a una “entrevista” en una investigación en su contra, en la que no ofrece información ni garantías, la cantidad de presos políticos aumenta vertiginosamente sin respeto a los derechos humanos.
Del 29 de julio hasta el 18 de agosto, los calabozos del régimen tenían 1503 detenidos “verificados”, según el Foro Penal. El más reciente reporte hasta el 22 de ese mes, registra 1674 encarcelados, de los cuales 107 son adolescentes hasta de 14 años, y 12 periodistas, todos señalados de “terrorismo”, entre otros delitos graves