Parece mentira, pero es cierto: mediante el periódico ‘China Daily’, el Partido Comunista de China (PCCH) pagó más de cuatro millones de dólares a medios de prensa estadounidenses entre el 1ro de mayo y el 31 de octubre del 2020, con el fin de que estos divulguen su propaganda en Estados Unidos (EEUU).
Lo anterior fue dado a conocer en un comunicado de la Ley de Registro de Agentes Extranjeros (FARA, por sus siglas en inglés), perteneciente al Departamento de Justicia de EEUU, y vino a confirmar lo que ya se sospechaba: que el citado diario chino, vocero del PCC, le paga a más de 10 publicaciones de nuestro país.
La propaganda china en EEUU
De acuerdo con el reporte de FARA, el PCCH desembolsó más de un millón de dólares a los siguientes medios para imprimir el ‘China Daily’ en nuestro territorio:
1. Los Angeles Times
2. Bay Area Production Services, LLC (San Francisco)
3. The Seattle Times
4. Chicago Tribune
5. Walton Press, Inc. (Atlanta)
6. FNP Printing & Publishing (Washington, D.C.)
7. Stellar Printing, Inc. (Nueva York)
8. The Houston Chronicle
9. The Boston Globe
10. Hawaii Hochi Ltd
11. Sun Sentinel Company (Miami)
Paralelamente, por espacios publicitarios (incluidos artículos completos del China Daily), el PCCH pagó casi $750 000 a las siguientes publicaciones:
1. The Wall Street Journal
2. Los Angeles Times
3. Foreign Policy
4. Financial Times
Según especifica ‘The Epoch Times’ en su artículo “El medio estatal chino sigue pagando millones a periódicos estadounidenses por publicar su propaganda”, «los gastos generales del China Daily del 1ro de mayo al 31 de octubre de este año superaron los $4,4 millones».
La fuente detalla que el uso de tales fondos se dividió de esta manera: Para impresión, publicidad y distribución (3,1 millones de dólares ); para nóminas y otros gastos operativos: $1,3 millones.
El artículo puntualiza que «The Wall Street Journal, Los Angeles Times, Foreign Policy y Seattle Times, fueron algunos de los destinatarios notables. Los Angeles Times, [por citar un caso], recibió $340.000 para anuncios y 111.501 para imprimir periódicos en ese período de tiempo».
El portal ERBN remarca, igualmente, que «en total, el Partido Comunista Chino gastó casi $4,5 millones en su propaganda en EEUU solo a través del periódico China Daily». Y que en «el Wall Street Journal, por ejemplo, el PCCH ha promocionado a Bill Gates [y] su narrativa sobre la llamada pandemia del COVID-19».
ERBN añade que «el Partido Comunista Chino también utiliza el sitio web del Wall Street Journal para promover (indirectamente) la Iniciativa Belt and Road del partido, un programa de desarrollo de varias décadas para crear las «ciudades inteligentes» y la región de libre comercio de la ONU-Eurasia».
La publicidad disfrazada y sus antecedentes
Como era de suponer, las mencionadas prácticas del PCCH no son prácticas de ahora. Tal como revela ‘The Epoch Times’ en el mismo artículo, «en los últimos años, China Daily ha gastado millones en la ejecución de suplementos, llamados China Watch, que contienen propaganda disfrazada de noticias en los principales medios de comunicación de EEUU».
Aunque investigadores de la influencia china en nuestro país dijeron en el 2018 que «es difícil decir que el material de China Watch es un anuncio», reportes financieros del China Daily ante el Departamento de Justicia «muestran que pagó más de cuatro millones a The Washington Post y casi seis millones a The Wall Street Journal, desde noviembre del 2016. Asimismo, le entregó a ‘The New York Times’ unos $50.000 dólares en el 2018″.
Según trascendió en el propio artículo, «The Washington Post y The New York Times dejaron de publicar anuncios publicitarios a principios de este año, [mientras que] The Wall Street Journal, Foreign Policy y LA Times no respondieron a las solicitudes de comentarios de ‘The Epoch Times'».
Desde febrero pasado, otros ocho medios de prensa chinos fueron designados como misiones extranjeras en nuestro país. Sobre este tema, el secretario general Xi Jinping dijo: «Los medios propiedad del partido deben encarnar la voluntad del partido, salvaguardar la autoridad del partido. En resumen, mientras que los medios occidentales están en deuda con la verdad, los medios de la República Popular China estamos en deuda con el Partido Comunista de China».
La trastienda del China Daily
Con sede en Pekín, el ‘China Daily’ pertenece al Departamento de Publicidad del Partido Comunista de China y forma parte del mecanismo de propaganda mundial del país asiático, que ha invertido casi 7.000 millones de dólares en campañas de este tipo.
Según detalla ‘The Epoch Times’ en otro de sus artículos, “Periódico de propaganda chino pagó millones de dólares al Washington Post y a The Wall Street Journal”, desde el 2017, «el Gobierno de China ha gastado unos $35 millones de dólares solamente en el China Daily», órgano registrado en FARA desde hace más de 35 años.
Al estar acreditado como agente extranjero en nuestro país, la ley le exige proveer copias de toda la propaganda que realice al Departamento de Justicia, así como presentar un informe, dos veces al año, acerca de los gastos realizados en EEUU. Precisamente por estas dos razones es que se conoce el monto de dinero que ha destinado al pago de los citados medios de prensa estadounidenses.
A tenor de como están las relaciones bilaterales entre EEUU y China, empeoradas por la pandemia del coronavirus y sus consecuencias, está claro que conviene examinar muy de cerca las actividades propagandísticas de Pekín en nuestro territorio. Ya bastante tenemos con la dependencia en la cadena de suministros como para tener que soportar semejante publicidad comunista en nuestro país.
De manera innegable, los medios de prensa norteamericanos -involucrados en las prácticas del ‘China Daily’-, consciente o inconscientemente, deberían llamarse a la reflexión y a reaccionar, porque ninguna publicación local, por más grande o pequeña que esta sea, debería hacerle el juego al régimen comunista de Pekín, justo cuando necesitamos lo contrario. Hay que despertar del letargo, señores. ¡Es momento de actuar!
Sobre el Dr. Rafael Marrero
Economista. Graduado de las universidades de Stanford y Cornell, es un reconocido experto en EE. UU. en contratación federal, emprendimiento para pequeñas y medianas empresas y gestión de proyectos. Autor del bestseller de Amazon: “La salsa secreta del Tío Sam».