El nonagenario Raúl Castro ha reaparecido a inicios de esta semana en una reunión celebrada en La Habana con Nikolai Patrushev, principal asesor en temas de seguridad del Gobierno de Vladimir Putin; una cita en la que también ha participado el actual dictador de Cuba, Miguel Díaz-Canel, así como una comitiva del Ejecutivo caribeño.
El encuentro, destinado a intercambiar ideas de cooperación en materia de defensa contra la «interferencia» de Estados Unidos en la región, es el segundo en apenas una semana que sostiene el régimen cubano con delegados del Kremlin; toda vez que hace pocos días el canciller ruso Sergei Lavrov coincidió en la isla con Díaz-Canel para relanzar sus vínculos políticos.
Castro, hermano del fallecido fundador de la dictadura que se mantiene el poder desde hace más de 60 años y un «histórico» de la revolución, ejerció la presidencia directamente en Cuba desde 2008 hasta 2018, en medio del desafío que supuso la ida de Fidel de la primera línea de mando del régimen. Últimamente, en medio de su avanzada edad y rumores que involucran el padecimiento de una enfermedad crónica, ha preferido mantenerse alejado de los reflectores.
Un informe divulgado por medios oficialistas del país caribeño -que habitualmente no tienden a publicitar encuentros que tienen que ver con temas inteligencia y seguridad del Estado- reseña que Castro se mostró «alegre y enérgico» durante toda la reunión con Patrushev.
Su última aparición pública antes de la reciente participación en el encuentro con el funcionario ruso fue a principios de enero, cuando tomó la palabra en el cierre de los actos conmemorativos del 65 aniversario de la revolución. Allí llamó a cerrar filas en torno al liderazgo de Díaz-Canel en el Partido Comunista de Cuba (PCC) en medio de una de las peores crisis económicas que ha vivido la isla en los últimos años.
«Sé que expreso el sentir de la generación histórica al ratificar la confianza en quienes hoy ocupan responsabilidad de dirección en nuestro partido y Gobierno», dijo Castro en defensa de quien hoy encabeza el régimen comunista cubano.
Una relación muy estrecha
En la conversación con Patrushev, Díaz-Canel ha enfatizado «el excelente estado del diálogo político-diplomático» que «se continúa ampliando» entre La Habana y Moscú, en un contexto en el que Cuba se ha convertido en uno de los diez socios comerciales más importantes de Rusia en los últimos años.
Para el asesor de Putin en materia de seguridad el encuentro constituyó una oportunidad para abarcar una gran amplitud de temas que refuerzan los vínculos entre los dos países. «No se trata solamente de la defensa, de la seguridad, del mantenimiento del orden público, de la justicia o de los especiales, sino también de la economía», recalcó Patrushev.
Cuba también ha sido el escenario de visitas de otros altos funcionarios del Gobierno ruso en el último año. Entre ellas destacan, además de las del canciller Lavrov, las del presidente del Legislativo (la Duma), Viacheslav Volodin; el representante de los empresarios, Boris Titov; el asesor presidencial Maxim Oreshkin y el viceprimer ministro Dmitry Chernyshenko.
De acuerdo a Patrushev, Rusia pretende extender «un apoyo total e integral a nuestros amigos latinoamericanos, incluida la prevención de la interferencia en los asuntos internos de países amigos nuestros, la desacreditación de sus autoridades legítimas, la intimidación de la población y la desestabilización de la economía».
Se espera que durante este miércoles el delegado ruso sostenga reuniones sobre estos mismos temas en Nicaragua, donde dialogará con el dictador del país centroamericano, Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo.