Algunas manifestaciones y hechos aislados de violencia en las calles se registraron el domingo en Chile en rechazo al retorno a una “nueva normalidad” que impulsa el gobierno del presidente Sebastián Piñera en medio de la crisis por el coronavirus. En Argentina se relajaban un poco las medidas de cuarentena y Bolivia sopesaba hacer lo propio probablemente los próximos días.
En la capital chilena, varias decenas de personas, sin superar las 50 máximas permitidas en espacios públicos y ataviadas acordes a los tiempos de coronavirus —con uniformes de plástico blancos, con gafas, mascarillas y manteniendo la distancia social entre ellos— se congregaron en la céntrica Plaza Italia, punto neurálgico de las manifestaciones sociales generadas desde octubre, para mostrar su rechazo al gobierno y a sus medidas durante la pandemia.
Bajo la consigna “Sanitizar, organizar, otra forma de luchar” y portando una gran pancarta en que se leía “Nos queremos que nos quieran, queremos que sepan cuánto lks queremos”, uno de los voceros afirmó a medios locales que se reunirán todos los lunes y viernes siguiendo las reglas impuestas en el país por las medidas sanitarias como una forma de continuar la lucha iniciada el 18 de octubre cuando se produjo un estallido social para reclamar una mayor igualdad de la sociedad chilena.
Los manifestantes también solicitaron la renuncia del ministro de Salud, Jaime Mañalich, al tiempo en que exigieron al gobierno transparencia en sus reportes de contagiados.
Los actos en las calles se producen el día en que se había programado inicialmente un histórico plebiscito en el que los chilenos debían decidir si cambiar o no la Carta Magna de los tiempos de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). La consulta se postergó para el 25 de octubre debido a la crisis sanitaria.
En las redes sociales la fecha fue recordada por muchos chilenos que convertían las opciones #Apruebo #Rechazo #ConvenciónConstitucional —una de las dos opciones para diseñar una nueva Constitución— y #26abril en trending topic en el país.
La manifestación del domingo se dispersó pacíficamente cuando al llegar la prensa se superó la cincuentena de personas permitidas. Esta se sumó a actos de violencia que se registraron la noche del sábado cuando se montaron barricadas en el barrio de Peñalolén, en el este de Santiago, y a las ocurridas el viernes en otro barrio tradicionalmente combativo, Villa Francia, en que también se registraron barricadas y se quemó un bus de la red de transporte Transantiago, incidentes violentos que no ocurrían desde hace varias semanas.
También el lunes se produjeron congregaciones de decenas de personas en Plaza Italia para mostrar su rechazo a la medida del gobierno de solicitar la vuelta al trabajo de forma presencial de los funcionarios públicos, que volvió a ser rechazada el domingo por organizaciones sindicales y de la oposición.
Los llamados gubernamentales a adoptar un “plan de retorno seguro”, según anunció el presidente Sebastián Piñera el viernes, parecen no terminar de convencer a la ciudadanía por el momento en Chile, que registraba hasta el domingo 13.331 casos y 189 muertos por la enfermedad.
Chile presenta uno de los índices de mortalidad por la COVID-19 más bajos de la región, según las autoridades.
En México, el número de casos confirmados continuó su aumento el domingo al llegar a 14.677, con al menos 1.351 muertes. Sin embargo, el presidente Andrés Manuel López Obrador mantuvo un tono optimista en su mensaje a través de redes sociales.
“Se ha podido domar la epidemia en vez de que se disparara como ha sucedido en otras partes”, dijo. “Aquí el crecimiento ha sido horizontal y eso nos ha permitido prepararnos muy bien”.
Indicó que no existe desbordamiento porque todavía hay “una disponibilidad del 70% de camas de terapia intensiva, con ventiladores”.
El subsecretario de Salud Hugo López-Gatell, vocero del gobierno para la pandemia, exhibió a los estados que no han reducido su movilidad y pidió insistir en el aislamiento, pero sin el uso de la fuerza.
Por su parte, la jefa de gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum, pidió el uso de mascarillas a partir del lunes en toda la zona metropolitana.
En Venezuela, el presidente Nicolás Maduro anunció de la confirmación de dos nuevos casos, que elevan a 315 el número de contagios en el país. De ellos se contabilizan 10 fallecidos y 137 recuperados.
Además, el mandatario expresó su satisfacción de que el domingo y luego de 42 días en cuarentena, niños y adolescentes pudieron salir a las calles entre las 10 de la mañana y las 6 de la tarde, con tapabocas y guantes para evitar los contagios.
Citando reportes, Maduro afirmó que “salió bien este ensayo de flexibilización” de la cuarentena, que permanece vigente en el país desde el 16 marzo.
El gobernante también autorizó que personas mayores de 65 años y sus acompañantes salgan con fines recreativos entre las 10 de la mañana y las 2 de la tarde del lunes. Las medidas no aplican a los habitantes de la Isla de Margarita debido
Mientras en Argentina, la ciudadanía acogió con alegría la nueva medida anunciada la noche del sábado que les permitirá salir a la calle durante una hora en un rango de 500 metros con fines recreativos bajo medidas de precaución, aunque no se permitirán deportes.
Argentina extendió el confinamiento hasta el 10 de mayo, aunque permitirá más flexibilidad a localidades de menos de 500.000 habitantes que no tengan una alta incidencia de contagios.
En el país se registraban 3.780 casos y 187 fallecidos el domingo y la tasa de multiplicación del virus ocurría cada 17 días, según explicó el presidente Alberto Fernández, al anunciar las nuevas medidas. Esta es la tasa que pretenden mantener para que no se desborden los hospitales, señaló.
En Guatemala, el presidente Alejandro Giammattei anunció que el país tiene confirmados 485 casos, más 15 fallecidos.
El presidente hizo un reclamo al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, por no haber reportado el fallecimiento de dos personas por COVID-19 en semanas pasadas y dijo que es obligación de todas las instituciones de salud dar este tipo de información al ente oficial.
El mandatario agregó que, además, hay 70 guatemaltecos contagiados de coronavirus fuera del país, al menos 60 de ellos en Estados Unidos. Señaló que 46 guatemaltecos fuera del país han muerto a causa del virus, 45 de ellos Estados Unidos.
“Sabemos que se ha contenido la enfermedad y que todavía no estamos en el pico más alto pero también entendemos que muchas personas están necesitadas de movilizarse y trabajar”, dijo el presidente al explicar que la próxima semana podría flexibilizar las medidas restrictivas para evitar contagios.
En Bolivia, el ministro de Salud, Marcelo Navajas, dijo que el gobierno está analizando flexibilizar la cuarentena y que estudiarán en el próximo consejo de gabinete qué sectores serán los que vayan retomando sus actividades. Reconoció, empero, que le preocupa que los casos suban si se levantan las restricciones.
La nación cumple una cuarentena desde el 22 de marzo y tiene previsto que concluya el 30 de abril.
El Ministerio de Salud informó el domingo por la noche de 84 nuevos casos positivos, con lo cual la cifra total de personas contagiadas se elevó a 900, con 50 decesos.
En Colombia, las autoridades migratorias dijeron el domingo que desde que se inició la cuarentena obligatoria unos 12.000 migrantes venezolanos han retornado a su país bajo un estricto control de bioseguridad y evitando que salgan en grupos numerosos. Colombia tenía 5.379 contagiados y 244 fallecidos.
Uruguay reportó, por su parte, un incremento de casos de 46 en un solo día, uno de los registros más altos hasta el momento, para totalizar 596 positivos, con 14 decesos.
En América Latina hay más de 154.000 contagiados y alrededor de 7.620 muertos.
El coronavirus ha infectado a más de 2,9 millones de personas y causado la muerte a más de 203.000 en todo el mundo, según el Centro de Ciencias e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins, que basa sus datos en los informes de los gobiernos y las autoridades de salud de cada país.
En la mayoría de la gente este virus provoca síntomas leves o moderados que desaparecen en dos a tres semanas. Pero en algunas personas, sobre todo los adultos mayores y quienes padecen trastornos de salud subyacentes, puede causar enfermedades más graves e incluso la muerte.
Fuente: Voa Noticias