BOGOTÁ.- La reactivación de las conexiones aéreas entre Colombia y Venezuela aún está en proceso de negociación, si bien Bogotá tiene claro la capacidad de sus aerolíneas, mientras que Caracas insiste en que sea la estatal Conviasa la que de inicio a la nueva etapa que comenzó luego de la apertura de la frontera binacional.
Comerciantes de ambos países esperan que las trabas que han surgido en este tema estén solventadas para finales de este año y puedan concretarse los acuerdos.
Inicialmente, se preveía que el 26 de septiembre, cuando la frontera quedó abierta formalmente después de siete años de paralización, sería el día en que se inauguraran los vuelos comerciales. Caracas esperaba que la aerolínea Conviasa, propiedad del Estado venezolano, fuera la que realizara el primer vuelo. Sin embargo, esto no pudo ocurrir porque Bogotá no aceptó las operaciones de dicha aerolínea que está sancionada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento de Estado de EEUU.
En respuesta, Caracas suspendió la autorización que había otorgado a la aerolínea Wingo, que ya había vendido boletos.
«Sabemos que se está tratando de acordar un tema de reciprocidad porque puede Colombia meter 14 líneas, mientras que Venezuela solo quiere una. En la actualidad hay una lucha de titanes porque Venezuela está empeñada en que Conviasa sea la que vuele de Bogotá a Caracas, con la intención de que Colombia pueda pedirle a Estados Unidos que flexibilice ciertas sanciones que existen sobre la aerolínea”, dijo un empresario consultado por el medio colombiano El Heraldo.
De acuerdo a versiones de prensa, se conoció que Colombia quiere que sea la aerolínea Satena la que que inaugure las conexiones en Bogotá y Caracas. En ese sentido, ya se están adelantando las evaluaciones sobre la flota de aviones y pilotos.
El ministro de Transporte de Colombia, Guillermo Reyes, dijo que Venezuela insiste en que sea Conviasa la que primera aerolínea venezolana que vuele a su país vecino. «Obviamente con todas las consecuencias que eso implica, no pudimos aceptar esa aerolínea», dijo Reyes en una entrevista.
Empresarios colombianos cuestionan el enfoque de Caracas y afirman que se debería pensar en los usuarios.
“No se está pensando en la mamá y el hijo que están separados y que quizás con esta oportunidad se podrían reencontrar y se quieren ver para Navidad. Tampoco se está pensando en los hoteleros, sobre todo en Venezuela que están desesperados porque lleguen los colombianos a visitarlos”, dijo el comerciante.
Por su parte, la aerolínea Wingo sigue a la espera de la autorización de las autoridades aeronáuticas venezolanas para iniciar las operaciones.
“El gobierno de Venezuela le ha solicitado a Wingo suspender el inicio de sus operacionesaéreas, las cuales estaban inicialmente programadas y autorizadas para el 4 de octubre. Según se nos ha comunicado, esta suspensión temporal es en espera de resolver asuntos entre los gobiernos de Colombia y Venezuela sobre las aerolíneas aprobadas para realizar los vuelos entre los dos países”, indicó Wingo en un comunicado.
Avianca, la aerolínea bandera de Colombia y que también había adelantado los trámites para iniciar sus operaciones en Venezuela, está igualmente a la espera de la autorización venezolana.