China ha hecho los últimos años una gran apuesta para la conquista del espacio. Mandó una misión a explorar el lado oscuro de la Luna, anunció el descubrimiento de un nuevo mineral fuera de la Tierra y, al mismo tiempo, avanza en la construcción de una mega estación espacial. Por ende, no es extraño que ahora se haya propuesto superar a Starlink, la red de satélites del empresario y multimillonario Elon Musk.
Desde hace tiempo los logros de la empresa —que brinda internet satelital— se convirtieron en una piedra en el zapato para el régimen chino. En diciembre de 2021 Pekín elevó un reclamo a la ONU porque supuestamente la enorme estación Tiangong tuvo «dos encuentros cercanos» con los satélites de Musk. Casi un año después, el fundador de Tesla reveló que el gigante asiático rechazó la ayuda que Starlink brinda a Ucrania en medio de la guerra para proveer al país de internet, debido a las destrucción rusa de las antenas locales.
Las idas y vueltas han sido varias y tal parece que ahora el Partido Comunista Chino (PCCh) decidió ir de frente contra Starlink. Su propósito es lanzar casi 13000 satélites en la órbita terrestre baja para competir con la compañía estadounidense. Hasta los momentos, esta última ha lanzado unas 3400 unidades, pero el límite es llegar a 30000 en los próximos años. China quiere meterse en el medio de esos planes.
Los objetivos de Xi Jinping
La intención de lanzar casi 13000 satélites chinos al espacio se sabía desde febrero pasado. Pero los ánimos se caldearon por un artículo reciente del principal instituto de investigación militar del PCCh, replicado por The Epoch Times. Allí se menciona que los satélites de Elon Musk «tienen un gran potencial militar, lo que representa una gran amenaza» para el programa espacial chino.
Estos investigadores presionan para minimizar los avances de Starlink y reiteran que China Satellite Network Group Co. trabaja en el proyecto bautizado «GW», para que la nación asiática no quede rezagada. Para el régimen de Xi Jinping no es permitido que otra potencia lo supere en logros tecnológicos. Sin embargo, entre los expertos hay dudas de la capacidad de Pekín.
Para Xia Luoshan, presentador de “Military Focus”, no será fácil para el PCCh construir tal red, tampoco lanzar ataques a satélites estadounidenses, ya que para el experto, este obedece a otro objetivo que se trae Xi Jinping entre manos.
Lo que sí es un hecho es que el régimen comunista se ha empeñado en los últimos años en espiar investigaciones estadounidenses. Sobran los hallazgos de ciudadanos chinos que trabajando dentro del Departamento de Defensa o de la NASA han sido descubiertos enviando información al PCCh, ya que en realidad serían espías que militan en el partido.
La mano china en el mercado de drones
La mención al espionaje chino es necesaria porque cada vez son mayores las evidencias de que, en efecto, es real y no se trata de acusaciones infundadas. El globo que sobrevoló Estados Unidos hace semanas contenía sospechosas antenas a pesar de que Pekín insistía con que se trataba de «una aeronave civil utilizada con fines de investigación, principalmente meteorológicos».
Pero no es lo único. El senador republicano Rick Scott publicó una columna donde remarca cómo la compañía china Da Jiang Innovations (DJI) es actualmente el mayor fabricante de drones en el mundo, al proveer a 70 % del mercado. «La dura realidad es que el Partido Comunista Chino ha estado vigilando a los Estados Unidos durante años, utilizando drones comprados con el dinero de los contribuyentes y operados por su gobierno federal», escribió.
El hecho de que el gran Dragón rojo quiera competir contra los satélites de Elon Musk solo es una arista dentro de un escenario más complejo. «Los drones DJI aún comprenden la mayor parte de la flota de drones del Servicio de Investigación Agrícola y del Departamento del Interior. Nos estamos acercando rápidamente a una postura demasiado pequeña y demasiado tardía. El tiempo para la acción es ahora», agregó el senador.