Denunció el comisionado que el régimen ha usado el COVID-19 como un instrumento político para restringir las voces independientes y el derecho a defender derechos humanos.
Prado indicó que Venezuela es el país de Suramérica que ha administrado menos dosis de vacunas contra el covid-19, y acotó que 537 trabajadores de la salud han fallecido por el virus desde el comienzo de la pandemia.
En materia de seguridad, Monitor de Víctimas contabiliza al menos 140 personas asesinadas durante el primer trimestre del 2021.
Por su parte, el Observatorio del Centro de Justicia y Paz registró 60 feminicidios, de los cuales 45% de los casos tenían entre 22 y 36 años de edad.
«Existen patrones claros de violencia y ataques contra las personas defensoras, que no son casos aislados, sino que confirmar la existencia de una política de persecución a las organizaciones no gubernamentales», dijo Prado.
La ONG Cofavic ha constado un aumento de los ataques a personas defensoras y organizaciones de la sociedad civil en 157% con respecto a las cifras de 2019. Las detenciones arbitrarias, los actos de agresión, intimidación, difamación, estigmatización y hostigamientos, son los tipos de ataque más comunes.
24 medios de comunicación y 8 emisoras fueron cerradas por el régimen, según la ONG Espacio Público.
Fuente: Diario las Américas