El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, enfrentaba este lunes (15.03.2021) una creciente presión de los republicanos por el aumento de la llegada de migrantes, especialmente de menores, a la frontera con México, situación que la oposición califica como la primera crisis migratoria de su mandato.
El líder de la minoría republicana de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, denunció la «crisis» en una visita con varios congresistas a la frontera en Texas. «Esta crisis fue creada por las políticas presidenciales de este nuevo gobierno», acusó.
El congresista republicano Chuck Fleischmann dijo que el gobierno de Biden ha «creado un ambiente» propicio para un incremento de la migración. Otros miembros de la delegación afirmaron que los traficantes de personas se están beneficiando de las políticas del gobierno.
Cerca de 200 migrantes irregulares pasaron por la estación de buses de Brownsville, en Texas, cerca de la frontera con México, según asociaciones locales.
En febrero fueron arrestadas unas 100.000 personas en la frontera sur, entre ellas 9.457 menores no acompañados, un aumento del 28% respecto a enero, según las autoridades.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) tiene a su cuidado actualmente a unos 8.800 niños migrantes. Las autoridades exploran la posibilidad de abrir en Dallas un «centro de descompresión» para albergar ahí a niños y adolescentes de forma temporal.
Visita a la frontera
Congresistas republicanos visitaron este lunes la frontera entre Estados Unidos y México para conocer de cerca las consecuencias del aumento de inmigrantes indocumentados que entran al país, especialmente los menores no acompañados, y mostraron su alarma por la situación.
La víspera, legisladores y gobernadores republicanos se pasearon por los principales programas de televisión para criticar el «excesivo» presupuesto del plan de rescate económico y para culpar sin pruebas a Biden de haber creado una «crisis» en la frontera.
En la cadena Fox, el senador Bill Cassidy aseguró que Biden tiene «toda» la culpa del creciente número de menores migrantes de El Salvador, Honduras y Guatemala que han llegado en las últimas semanas a la frontera y que han colapsado el sistema de acogida.
Asimismo, en CBS, el gobernador de Arkansas, Asa Hutchinson, abogó por una política migratoria «más dura» y, en Twitter, el gobernador de Texas, Gregg Abbott, volvió a acusar sin pruebas a los indocumentados de propagar la COVID-19 en su estado.
Fuente: DW