WASHINGTON– La lucha contra la inflación en Estados Unidos «hará sufrir a las familias y las empresas», pero renunciar sería mucho peor para la economía, advirtió el viernes el presidente de la Reserva Federal (Fed, Banco central), Jerome Powell, en un esperado discurso.
En una declaración de rara contundencia durante la conferencia anual de banqueros centrales de Jackson Hole (Wyoming), advirtió que la Fed utilizará «vigorosamente todas sus herramientas» para combatir el alza de precios, a través de la subida de tasas de interés.
Además, sostuvo que volver a la estabilidad de precios «tomará tiempo» e implicará «un largo período de crecimiento más débil» y un debilitamiento del mercado laboral.
El sufrimiento se extiende para los estadounidenses
Los estadounidenses sufrieron ya por más de un año una escalada sin precedentes en la historia del país y la Reserva Federal se mantuvo de observadora junto al Departamento del Tesoro y las erradas políticas de Joe Biden hasta que decidió actuar en marzo de 2022, cuando la inflación superaba el 8%.
Este viernes, el índice PCE, el preferido por la Fed que siempre arroja porcentajes menores que el PCI, indicó que el alza de precios a 12 meses alcanzó 6,3% en julio frente a 6,8% en junio, confirmando una ligera moderación, pero alarmante aún.
«Aunque estas últimas bajas de julio son bienvenidas, una mejoría en un mes está lejos de ser suficiente» y deberá confirmarse, enfatizó Powell.
La Reserva Federal quiere que el alza de precios vuelva al nivel de 2% anual, considerada sana para la economía. Eso, sin dudas, tomará bastante tiempo, tal vez casi dos años.
Esta política tendrá «costos desafortunados», machacó Powell, quien reiteró que el organismo está listo para «otra fuerte alza excepcional de tasas» en la próxima reunión de su comité monetario en setiembre, luego de dos incrementos consecutivos de 0.75 puntos de base.
Estadísticas y pronósticos
El titular del Banco Central advirtió a los mercados que el nivel ideal de tasas considerado neutro para la economía -porque ni la enfría ni la sobrecalienta-, estimado en 2,5%, no es hoy un objetivo para el organismo.
«Las estimaciones de tasa neutra a largo plazo no son un nivel para hacer una pausa» en los incrementos de tipos de interés, resumió.
Mientras Powell daba su breve alocución, los mercados recibían el dato de inflación y también la estimación final de la confianza de los consumidores para agosto.
La confianza de los estadounidenses en la economía subió brevemente en agosto gracias -precisamente- a una moderación de la inflación, según la estimación final de la Universidad de Michigan publicada el viernes.
El índice se ubicó en 58,2 puntos, en alza de 13% con relación a julio, y muy por encima de los 55,3 puntos previstos por los analistas. Sin embargo, la cifra es bien baja comparada con años anteriores.
Powell recordó la experiencia de uno de sus predecesores, Paul Volcker, conocido por su lucha contra las alzas de precios a través de duras decisiones, y dijo que los responsables de la Fed no deben rehuir de sus obligaciones.
«Debemos continuar hasta que el trabajo esté terminado», al tiempo que advirtió sobre cualquier flexibilización «prematura» de la política de tasas.
El crudo mensaje de la Reserva Federal
El director de la Reserva Federal de Estados Unidos hizo un anuncio crudo el viernes: es muy probable que la Fed imponga más alzas grandes a las tasas de interés durante los próximos meses a fin de tratar de controlar la peor inflación en decenios.
“Esos son los costos desafortunados de reducir la inflación”, declaró Powell en la versión escrita de un discurso importante que va a pronunciar en el simposio anual del banco central norteamericano en Jackson Hole. “Pero si no se restaura la estabilidad de precios significaría penurias mucho mayores”.
El mensaje de Powell seguramente decepcionará a los inversionistas, que esperaban indicios de que la Fed moderaría pronto sus incrementos a las tasas este año si la inflación mostraba indicios de amainar, pero el presidente de la Fed indicó que ese momento posiblemente no esté cerca.
Powell dijo que el monto del aumento de la tasa de la Fed en su próxima reunión a finales de septiembre -ya sea medio o tres cuartos de punto porcentual- dependerá de los datos de inflación y empleo. Sin embargo, un aumento de cualquiera de los dos montos superaría la tradicional alza de un cuarto de punto de la Fed, un reflejo de lo grave que se ha vuelto la inflación.
El presidente de la Reserva Federal dijo que aunque las lecturas de inflación más bajas que se han reportado para julio son “bienvenidas”, “la mejora de un solo mes está muy lejos de lo que el Comité necesitará ver antes de que estemos seguros de que la inflación se está moviendo hacia abajo”.
Destacó que la historia de la alta tasa de inflación en la década de 1970, cuando el banco central trató de contrarrestar los altos precios con únicamente aumentos intermitentes de las tasas, muestra que la Fed debe mantenerse enfocada.
El exmiembro del directorio del Banco de Inglaterra Adam Posen, quien dirige el Peterson Institute for International Economics de Washington, sostuvo que espera que la tasa de referencia de la Fed alcance 4% en febrero, pero afirmó que el Banco Central estadounidense podría «ir más lejos si es necesario», y las chances de que eso se revierta en 2023 son «muy, muy bajas».
Actualmente, las tasas de interés de referencia de la Reserva Federal se ubican en un rango de 2,25-2,50%.