Cubanoamericanos en la Florida y alrededor de Estados Unidos están prestando atención y quieren saber: ¿Cuál es el plan de Joe Biden para Cuba?
Durante los últimos cuatro años, los Estados Unidos han adoptado una posición sin precedentes contra dictadores asesinos y responsabilizado a los regímenes opresivos de América Latina y Cuba por sus amenazas a la seguridad regional y sus abusos en contra los derechos humanos.
Justo este mes, el Departamento de Estado dio un paso importante al reincorporar a Cuba a la Lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo, un paso que le he pedido a la Administración que tomara por años. Ahora, más que nunca, el presidente Biden debe dejarle saber al mundo que los Estados Unidos no volverán a las políticas de apaciguamiento que solo empoderan al régimen y lastiman al pueblo cubano.
Eliminar a Cuba de la Lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo en el 2015 fue una de los tropiezos más críticos de la Administración Obama-Biden en su política hacia Cuba y la estabilidad regional. Luego de esta decisión, La Habana expandió su control, dándole poder a otras dictaduras despiadadas en América Latina.
Cuba continúa oprimiendo a su gente y a la región apoyando a narco-estados dirigidos por dictadores como Maduro y Ortega y albergando a grupos terroristas. Cuba no solo ha ayudado activamente en el genocidio del régimen de Maduro en Venezuela, pero tan reciente como el año pasado el régimen se negó a extraditar a terroristas. Esto incluyó a 10 miembros del Ejército Nacional de Liberación (ELN) que viven en La Habana, luego de que se atribuyeran responsabilidad por el atentado con bomba contra la Academia de Policía de Bogotá en 2019 donde 22 personas perdieron sus vidas. Este es un régimen cómodo para proteger a los terroristas.
La posible decisión de la Administración Biden de retroceder y sacar nuevamente a Cuba de la Lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo le daría permiso al régimen cubano de seguir apoyando a terroristas y dictadores asesinos.
No podemos permitir que esto suceda. Ya tratamos políticas de “apaciguamiento” y no funcionó. Agudizó la inestabilidad y el surgimiento de dictaduras en América Latina. Debemos mostrar claramente que los Estados Unidos no tolerarán naciones rebeldes que opriman a su gente y solo sirven para desestabilizar el hemisferio occidental.
Si queremos tener la oportunidad de luchar para erradicar el terrorismo en nuestro hemisferio, el presidente Biden debe mantenerse firme y ver al régimen cubano por lo que es: un estado patrocinador de terroristas.
Otro error de la era Obama-Biden fue debilitar las sanciones económicas contra Cuba. Lo que su Administración no entendió es que las empresas y las industrias están controladas y, a menudo, operadas por el régimen. Más del 70% de la fuerza laboral en Cuba está controlada por el Estado.
Aliviar las sanciones económicas y restaurar la política de la era de Obama de apaciguar a La Habana solo ayudaría a llenar los bolsillos del régimen. Cada dólar gastado por ciudadanos americanos en Cuba es un dólar que enriquece a la dictadura y fomenta su control del pueblo cubano.
Biden ha dicho en múltiples ocasiones que “revertiría las políticas fallidas de Trump que han infligido daño al pueblo cubano y no han hecho nada para promover la democracia y los derechos humanos”.
Entonces le pregunto a nuestro nuevo Presidente: ¿Los ocho años de apaciguamientos de la era de Obama impulsaron la libertad en Cuba? ¿Impulsaron la libertad y los derechos humanos en América Latina? Claramente no. Fue durante estas políticas de apaciguamiento cuando operativos cubanos le cortaron la mano de Sirley Ávila León, una disidente que se pronunció contra el régimen. Hoy, el régimen cubano continúa persiguiendo y encarcelando a disidentes.
Maduro sigue oprimiendo y matando de hambre a su pueblo con el apoyo de Cuba y cada día vemos una mayor presencia de China, Rusia e Irán en nuestro hemisferio gracias a la puerta de entrada que es Cuba.
Volver a políticas que no hicieron nada para promover la democracia en Cuba sería un error y un insulto para los cubanoamericanos que arriesgaron sus vidas y dejaron a sus familias huyendo del régimen.
El presidente Biden debe elegir la libertad sobre la opresión, aprender de los fracasos de las políticas de apaciguamiento del pasado y defender firmemente la democracia en América Latina. Una posición débil contra Cuba en este momento costará vidas y terreno crítico en esta importante lucha.
Rick Scott fue gobernador de la Florida (2011-2019). Ahora representa al estado como senador republicano en el Congreso federal.
Fuente: El Nuevo Herald