El banco JP Morgan va a modificar la composición del riesgo país argentino esta semana, para incorporar los nuevos bonos surgidos del canje de deuda que empezaron a cotizar en estos días. El nuevo “EMBI+ Argentina” estará disponible el 10 de septiembre, no antes, y con su modificación se espera que el indicador caiga a la zona de los 1.050 puntos, su menor nivel desde las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias del año pasado. El rebalanceo de la cartera de bonos con las que se calcula el riesgo país trae otra novedad: aumenta el peso de la Argentina en el indicador, lo que debería generar algo de demanda por la nueva deuda. Son, con todo, apenas unos USD 200 millones que deberían colocarse en papeles argentinos.
La conclusión del proceso de canje de deuda, con la salida del mercado de los bonos soberanos argentinos que fueron entregados por los acreedores y los primeros días de cotización de los nuevos bonos emitidos a cambio, tendrá en los próximos días un hito más simbólico que práctico en el mercado. El riesgo país, el indicador que los argentinos se acostumbraron a mirar como señal de problemas en el frente financiero, va a corregir a la baja de manera abrupta. Para verlo en números habrá que esperar, al menos, al jueves que viene. Para ese día planea tener listos los cambios el banco que elabora el indicador.
El riesgo país, o índice EMBI+ Argentina, es una referencia que compara la tasa que pagan los bonos del Tesoro de la Argentina respecto de la que ofrecen títulos similares de los Estados Unidos, considerados como de riesgo cero. En base a una cartera de bonos, JP Morgan calcula un rendimiento promedio de los bonos argentinos y le resta el riesgo cero estadounidense como medida de qué tanto premio, y que tanto peligro, ofrece la deuda de un país para los inversores.
En estos días de transición en los que el 99% de los bonistas tenedores de deuda argentina regida por ley extranjera tuvieron que entregar sus bonos para canjearlos por nuevos papeles surgidos del canje, el riesgo país se mantiene en torno a los 2.100 puntos, aunque no refleja el día a día del mercado.
Antes de que el EMBI+ Argentina muestre cuál es el riesgo atribuido a la nueva deuda se necesita completar una serie de pasos. Primero, que los nuevos bonos empiecen a cotizar, algo que ya se concretó pero que coincidió con el feriado del lunes en Wall Street por el Labor Day americano.
El segundo paso es que JP Morgan adopte la nueva cartera de bonos emitidos en la reestructuración de deuda. A través de un paper que circula entre las mesas porteñas, el banco comunicó esta mañana que ese “rebalanceo” del EMBI+ Argentina -y de paso, también el de Ecuador que acaba de terminar su propia reestructuración- se espera para el 10 de septiembre. O, como en el tenis, no antes de esa fecha.
¿Cuánto va a ser el nuevo riesgo país?
En los últimos días, de acuerdo a los precios a los que cotizaron los nuevos bonos en sus primeros pasos en el mercado, operadores y analistas trataron de estimar cuál sería el nivel de riesgo país en el que quedaría la Argentina tras el cambio. En esa línea, con rendimientos en torno al 11% o 12%, las previvisiones lo ubican en torno a los 1.000 o 1.200 puntos.
“A grandes rasgos el EMBI+ debería estar entre 1.000 y 1.100 puntos”, calculó Martin Przybylski de Consultatio Assett Management.
En base a los precios actuales el riesgo país sería 1.040 puntos, puede llegar a 1.100 si caen como todo el mercado hoy (Marull)
“En base a los precios actuales el riesgo país sería 1.040 puntos, puede llegar a 1.100 si caen como todo el mercado hoy”, dijo el economista Fernando Marull de FMyA. “Es porque cambió la cartera y ahora hay nuevos bonos que tienen cupones menores y que están rindiendo en torno al 11%, en base a los seis bonos nuevos en dólares”, agregó.
El riesgo país argentino, en esta transición de bonos que prácticamente dejaron de existir y nuevos bonos que no se terminaron de incorporar, está hoy en 2.147 unidades. Si se confirma el recorte esperado por el mercado, que ronde los 1.000 puntos, el indicador caería a su nivel más bajo desde las PASO. Sería, en los hechos, un año entero de turbulencias para llegar al mismo punto de partida. O, incluso, algo peor que el punto de partida. Un día antes de las primarias el indicador estaba en 872 unidades y, un día después, saltó a las 1.467 unidades.
La otra novedad que viene de la mano del rebalanceo es el aumento del peso de Argentina en el índice EMBI+. El índice es utilizado por fondos pasivos de todo el mundo que imiten al menú de bonos que elabora JP Morgan. Así, un aumento del peso de los bonos argentinos en el indicador implica que los administradores de esos fondos deberán demandar títulos argentinos. “El EMBI Global Diversificado es el índice de referencia más utilizado, con USD 318.000 millones de dólares de referencia, seguido por el EMBI Global, con USD 71.000 millones de dólares de referencia. Se estima que hay unos USD 15.000 millones de dólares en activos referidos al JESG EMBI”, detalló JP Morgan.
Más demanda que debería hacer subir sus precios y, lo que es lo mismo, bajar sus tasas. Con todo, el aumento del peso de los bonos argentinos en el EMBI+ es pequeño: una persona con conocimiento del funcionamiento del indicador estimaron en USD 200 millones los que se van a volcar en títulos argentinos una vez rebalanceado el índice.
“Eso es baja de tasa para los bonos argentinos, asumiendo que el Gobierno no genere incertidumbre por el lado político, que es lo que ha venido ocurriendo”, explicó la misma fuente
Pero según explicaron operadores, las subas de las que gozaron los bonos después del canje pueden compensar el flujo de inversiones, o volverlo nulo.
“Los bonos ganaron cerca de 20% desde el canje, si calculas el aumento del precio, la suba del peso en el índice se puede completar sólo con eso. Incluso, si subieron de más, los fondos pasivos pueden tener que vender algo”, dijo Juan Manuel Truppia de TPCG.
“En resumen no esperes que te salgan a comprar bonos por la nueva ponderación del índice, porque el mercado estaba algo sobrecomprado”, dijo Marull.