Las autoridades danesas han dado instrucciones a los barcos para que eviten la isla danesa de Bornholm tras haber detectado una fuga de gas en el Mar Báltico desde el gasoducto Nord Stream 2, de propiedad rusa.
El gasoducto se había completado recientemente y contenía 300 millones de metros cúbicos de gas que se iban a enviar a Alemania, pero se canceló antes de la invasión a rusa en Ucrania.
Emergencia en Dinamarca y Suecia
El Ministerio de Energía de Dinamarca investiga las tres fugas que han detectado en los dos gasoductos Nord Stream 1 y 2. Y es que la Dirección General de Energía de Dinamarca ha declarado este martes la emergencia en los sectores eléctrico y gasístico. Las zonas amarillas del mapa son las prohibidas para la navegación.
“La clara valoración de las autoridades es que se trata de un acto intencionado y no de un accidente”, dijo en rueda de prensa la primera ministra danesa Mette Frederiksen, que habló de hechos “graves”, aunque no quiso especular sobre el motivo, ni sobre quién puede estar detrás de los hechos.
“La rotura de las tuberías ocurre rara vez, por eso vemos motivo para aumentar el nivel de emergencia como resultado de los hechos ocurridos el último día. Queremos asegurar la vigilancia minuciosa de la infraestructura crítica para reforzar la seguridad de suministro”, afirman en un comunicado.
Aunque ambos tubos están cerrados, y sin funcionamiento, están llenos de gas, que debe mantenerse a una presión constante, un problema que Suecia y Dinamarca vigilan de cerca.
De hecho, la Marina danesa ha decretado una orden que prohíbe la navegación en un radio de cinco millas alrededor de las zonas de las fugas y, los vuelos, en un área de un kilómetro.
En principio, “no se estima que pueda haber consecuencias para la seguridad o la salud fuera de las zonas prohibidas. Eso también rige para los habitantes de Bornholm y de Christiansø”, señala la Dirección General de Energía.
Rusia responde
La reacción desde el Kremlin no se ha hecho esperar, y aseguran estar “muy alarmados” por los daños sufridos de forma simultánea en ambos gasoductos. El portavoz de la Presidencia, Dmitri Peskov, no descarta ninguna hipótesis para este suceso, incluido un posible sabotaje. “No se puede descartar ninguna versión hasta que tengamos los resultados de la investigación”, dijo durante su rueda de prensa telefónica.
Según informa la agencia Reuters, citando a una fuente de seguridad europea, “hay indicios de que ha habido daño deliberado”. No obstante, considera que es demasiado pronto para sacar conclusiones. “¿Quién se beneficiaría?”. Desde Alemania, el diario Tagesspiegel sostiene también que podría tratarse de un sabotaje más que de un problema accidental. “Nuestra imaginación ya no puede concebir un escenario que no sea un ataque dirigido”, asegura una fuente anónima próxima al Gobierno.