La confianza de los consumidores estadounidenses se degradó en junio más de lo esperado por el mercado, para colocarse en su nivel más bajo desde febrero de 2021, según el índice del Conference Board publicado el martes.
A 98,7 puntos, el índice perdió 4,5 unidades sobre mayo, que a su vez sufrió una revisión a la baja (a 103,2 puntos contra 106,4 puntos anunciados en la estimación inicial).
Los analistas esperaban 101 puntos para junio. La actual cifra es el menor nivel en más de un año.
Días atrás, el presidente Joe Biden pidió confianza en su gobierno, como uno de los últimos recursos ante el desastre económico creado por su propia administración.
La guerra de su gobierno contra la industria estadounidense del petróleo, que incluyó el cierre de los oleoductos de Canadá bajo acuerdos con el expresidente Trump, se unió al exceso federal de estímulo económico como causas primordiales de la histórica inflación que sufren los estadounidenses.
Extravagante fue la firma en sus primeros días de gobierno de más de 60 órdenes ejecutivas, algo jamás visto en la historia de EEUU. Y todo para desarmar la efectividad del trabajo económico hecho por el expresidente Donald Trump, de pleno beneficio al país y a sus ciudadanos.
Biden: «la gente está muy, muy decaída»
En cuanto a la mentalidad de los estadounidenses, Biden dijo: “La gente esta muy, muy decaída”. Y se convierte así en «sacerdote» de la asfixia que su propia administración creó para los más de 335 millones de estadounidenses. Biden quiere hacer llorar y seguir culpando a todo lo que se le ocurre a sus asesores, menos la incapacidad y las incoherentes políticas de su gabinete.
No es para menos, el gobierno de Joe Biden ha destruido la economía estadounidense con su agenda de extrema izquierda y su política de cambio climático. Ahora sin salida emite un discurso compasivo con los estadounidenses, en un gesto que encoleriza e insulta por encima de la calma.
Inflación de 8,6%, déficit comercial sobre los 87.000 millones de dólares en abril, el caos sigue en la frontera sur, gasto excesivo del presupuesto federal e impresión de [6 billones de dólares en el 2021] sin respaldo; precios triplicados de los alimentos y la gasolina (por encima de $5 como promedio nacional el galón regular), escasez de productos y materias primas, crisis de leche de fórmula para bebés, desfalco de fondos federales tirados en Ucrania sin ninguna supervisión ni garantía de nada (más de 60,000 millones enviados y siguen las solicitudes); deuda por encima de los $30 billones, desplome de la confianza de los consumidores y freno al consumo, con la perspectiva de agravarse debido a la subida de las tasas de interés en 1,50%-1,75%.
Durante año y medio las empresas no han podido cubrir más de 10 millones de empleos vacantes en todo el país, por el contrario ahora suman 11,4 millones. Y es sólo una parte de la extensa lista de fracasos de la Casa Blanca.