Las manifestaciones contra el Gobierno de China, a raíz de sus políticas draconianas para contener el coronavirus, se están multiplicando en varias ciudades del país en unas protestas que empiezan a recordar lo acontecido en la plaza de Tiananmén en 1989.
El pasado jueves, un incendio en la ciudad de Urumqi, en la región occidental de Xinjiang, provocó la muerte de 10 personas debido, supuestamente, a la lenta respuesta de los bomberos por las restricciones contra el coronavirus. Esta fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de los ciudadanos chinos que, tras la noticia de la tragedia, decidieron salir a protestar por todo el país.
Aunque las autoridades chinas se apresuraron a negar que las políticas covid tuvieran algo que ver, se registraron protestas durante el sábado y la madrugada del domingo. En Shanghái, cientos de estudiantes universitarios encendieron velas para llorar a los fallecidos y levantaron hojas de papel en blanco, un símbolo usual en las protestas contra la censura.
El objeto de los manifestantes es la política de ‘Covid Zero’ implementada por Xi Jinping y el Partido Comunista durante los últimos tres años. La cadena estadounidense CNN recogió unas imágenes donde se pudo escuchar a grupos de estudiantes coreando consignas como «¡Renuncia, Xi Jinping! ¡Retírate, Partido Comunista!«. «¡No quiero la prueba de Covid, quiero libertad!» y «¡no quiero dictadura, quiero democracia!«, han añadido.
Varios vídeos difundidos en redes sociales muestran como algunos habitantes están desafiando la estricta política contra el coronavirus, unos hechos que algunos testigos califican de «sin precedentes» e «históricos».
En las protestas del domingo en Shanghái, el periodista de la BBC Edward Lawrence fue «golpeado y pateado por la Policía» antes de ser detenido mientras cubría las manifestaciones. «La BBC está muy preocupada por el trato dado a nuestro periodista Ed Lawrence, que fue detenido y esposado mientras cubría las protestas en Shanghái», ha declarado un portavoz de la BBC.
La emisora ha añadido que Lawrence, que ya se encuentra en libertad, ha sido retenido durante varias horas. «Durante su detención fue golpeado y pateado por la policía. Esto ocurrió mientras trabajaba como periodista acreditado», ha explicado el portavoz de la BBC.
En este sentido, la BBC ha criticado que la corporación no ha recibido ninguna explicación oficial ni disculpa por parte de las autoridades, «más allá de una afirmación de los funcionarios en la que afirmaban que había sido arrestado por su propio bien en caso de que se contagiara de coronavirus entre la multitud«. «No consideramos que esta sea una explicación creíble», ha asegurado el portavoz de la emisora.
En Pekín también se produjeron protestas, con cientos de estudiantes saliendo a las calles para protestar contra el Gobierno. Durante las manifestaciones, los agentes de seguridad trataron de tapar las pancartas haciendo uso de chaquetas y cubriendo los eslóganes con pintura negra.
Según recoge Jaime Santirso, corresponsal de Abc en China, los estudiantes que protestaron en la capital cantaron el himno nacional del país ante la policía haciendo énfasis en la palabra ‘Qilái’, que significa «levantaos». También se turnaron para realizar alegatos en los que gritar, entre otras consignas, «no más PCRs».
En la ciudad oriental de Nanjing también se concentraron decenas de estudiantes de la Universidad de Comunicación para conmemorar a los fallecidos sosteniendo hojas en blanco. En los vídeos un funcionario amenaza: «Pagarán por lo que han hecho hoy«.
Las históricas protestas contra la política covid del Gobierno comunista prometen repetirse hoy, en la que ya es la mayor crisis social a la que tiene que hacer frente el Gobierno chino desde 1989, con los conocidos sucesos de la plaza de Tiananmén.