Los datos anunciados este miércoles por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) revelan un freno en el crecimiento de la economía colombiana. Solamente en el tercer trimestre del año (de julio a septiembre), el producto interior bruto (PIB) se contrajo 0,3 % si se le compara con el mismo período del año anterior. Mientras tanto, el presidente Gustavo Petro sale nuevamente de viaje al exterior, incluyendo otra visita al dictador venezolano Nicolás Maduro en Caracas.
El principal factor que afectó a la economía colombiana fue la caída en dicho trimestre de la industria manufacturera (-6,2 %), el comercio por mayor y por menor también cayó, sumado al – 8 % en el sector de la construcción.
De manera que el balance no es motivo de celebración e incluso algunos medios colombianos hablan del riesgo de recesión. Aunque desde el DANE resaltan algunos números positivos —como el crecimiento acumulado de 1 % en lo que va de año—, los resultados trimestrales comparados con los de 2022 dejan mucho que desear. Ni siquiera el fortalecimiento de una “nueva dinámica comercial”, que Petro anunció a inicios de este año en alianza con el régimen chavista, parece servir para ese propósito.
Otra reunión con Maduro
Luego de participar en calidad de observador en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), en la ciudad estadounidense de San Francisco, Gustavo Petro alistará otra vez sus maletas, aunque no precisamente para regresar a su país, sino para visitar nuevamente Venezuela, donde se reunirá con Nicolás Maduro.
Petro sigue sumando horas de vuelo. Hasta septiembre acumulaba un total de 77 días en el extranjero. Para julio, dos meses antes de esa cuenta, Petro había efectuado un total de 21 viajes, y marcaba el récord del presidente colombiano con más desplazamientos al exterior en comparación con sus predecesores.
Que este viaje ocurra en medio de malas noticias para la economía colombiana pone una pregunta sobre la mesa: ¿Qué puede aportar una reunión con Maduro a la recuperación del PIB? Ya ha pasado más de un año desde que Bogotá y Caracas reanudaron relaciones y se abrió nuevamente la frontera con el foco puesto en el comercio binacional. Desde entonces, Petro y Maduro se han reunido en cinco oportunidades, cuatro en la capital venezolana y una en el puente internacional Atanasio Girardot, también conocido como Tienditas. Los números están lejos de la meta fijada.
Realidad por debajo de las expectativas
Una de las promesas de Gustavo Petro cuando restableció relaciones con Venezuela y acordó la reapertura de la frontera fue la “nueva dinámica comercial”, cuyo objetivo sería alcanzar los 1800 millones de dólares en operaciones comerciales entre ambos países.
Pero la realidad ha quedado muy por debajo de la meta. Y es que al cumplirse un año de la reapertura, Javier Díaz, presidente de Analdex, dijo a Portafolio que “las expectativas eran más altas”, teniendo en cuenta que en 2023 “no se ha superado la barrera mensual de 60 millones de dólares en exportaciones colombianas hacia Venezuela”.
En efecto, al revisar las cifras de exportaciones colombianas al país vecino publicadas por el DANE se observa que solo en diciembre del año pasado se superaron los 60 millones de dólares mensuales al llegar a 63,4 millones. En total, desde la reapertura de la frontera en septiembre de 2022 hasta septiembre del presente año, Colombia ha vendido productos a Venezuela por un monto de 703 millones de dólares. Y en lo que respecta a la importación, la cifra entre septiembre del año pasado y agosto de 2023 (último mes disponible) se ubica en apenas 146 millones de dólares. Es decir, el intercambio comercial apenas llega a 849 millones cuando la meta era de 1800 millones.
Martín Ibarra, presidente de Araújo Ibarra Consultores, opina al respecto que si bien se dinamizó el comercio en sectores como alimentos, higiene y aseo personal, plásticos y farmacéutico, “debe tenerse en cuenta que la economía y la demanda venezolana se mantiene en niveles muy bajos y en 2023 se ha desacelerado nuevamente”. Como resultado, las gestiones de Gustavo Petro siguen sin superar las expectativas, mientras viaja nuevamente a Venezuela para estrechar más sus vínculos con el chavismo en medio de la desaceleración económica en su país.