La secretaría general de la OEA se solidarizó el miércoles con disidentes cubanos en huelga de hambre contra el gobierno de la isla, acusando a la «dictadura cubana» de abusos de larga data que forzaron esta medida.
«La Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) expresa su mayor alerta ante la delicada situación de las 27 personas que se mantienen en huelga de hambre contra las prácticas represivas de la dictadura cubana», dijo la oficina encabezada por Luis Almagro.
Y, agregó en una declaración, «hace responsable a la dictadura de haber llevado a este extremo la represión contra la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y contra sus integrantes».
El 20 de marzo, el líder de la UNPACU, José Daniel Ferrer, anunció en su cuenta en Twitter el inicio de una huelga de hambre «en protesta por el incremento de la represión» en su contra.
La secretaría general de la OEA instó al gobierno de Miguel Díaz-Canel a atender a los reclamos, reconocidos, dijo, en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en los elementos jurídicos del Sistema Interamericano.
«Es hora de que la dictadura cubana acceda a las reivindicaciones de los huelguistas, que no hacen más que reclamar derechos y libertades básicos para la condición humana», señaló.
La oficina de Almagro acusó a la «dictadura cubana» de ser «por décadas» una «enorme carga» para el pueblo de Cuba, señalando que debió haberse «extinguido» como lo hicieron los regímenes de facto de los años 1960 y 1970 en América Latina.
Además, responsabilizó a La Habana «de todos los crímenes de lesa humanidad propios del terrorismo de Estado de las demás dictaduras hemisféricas: desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, presos políticos, persecución política, tortura».
Almagro, un diplomático uruguayo que encabeza la secretaría general de la OEA desde 2015, es un duro crítico de la Cuba instaurada por Fidel Castro en 1959, a la que considera la «dictadura más antigua de América» con «efecto nocivo» en toda la región.
Cuba es un miembro no activo de la OEA desde 2009, luego que en ese año se revocó su exclusión, decidida en 1962.
Fuente: Diario las Américas
El 20 de marzo, el líder de la UNPACU, José Daniel Ferrer, anunció en su cuenta en Twitter el inicio de una huelga de hambre «en protesta por el incremento de la represión» en su contra.
La secretaría general de la OEA instó al gobierno de Miguel Díaz-Canel a atender a los reclamos, reconocidos, dijo, en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en los elementos jurídicos del Sistema Interamericano.
«Es hora de que la dictadura cubana acceda a las reivindicaciones de los huelguistas, que no hacen más que reclamar derechos y libertades básicos para la condición humana», señaló.
La oficina de Almagro acusó a la «dictadura cubana» de ser «por décadas» una «enorme carga» para el pueblo de Cuba, señalando que debió haberse «extinguido» como lo hicieron los regímenes de facto de los años 1960 y 1970 en América Latina.
Además, responsabilizó a La Habana «de todos los crímenes de lesa humanidad propios del terrorismo de Estado de las demás dictaduras hemisféricas: desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, presos políticos, persecución política, tortura».
Almagro, un diplomático uruguayo que encabeza la secretaría general de la OEA desde 2015, es un duro crítico de la Cuba instaurada por Fidel Castro en 1959, a la que considera la «dictadura más antigua de América» con «efecto nocivo» en toda la región.
Cuba es un miembro no activo de la OEA desde 2009, luego que en ese año se revocó su exclusión, decidida en 1962.
Fuente: Diario las Américas