Barrett, una católica ferviente opuesta al aborto, cambiará la configuración del máximo tribunal que a partir de ahora contará con seis jueces conservadores de nueve, tres de ellos nombrados por el mandatario republicano. En la corte de nueve miembros se sientan también tres magistrados progresistas.
La nueva jueza llenará la vacante dejada por el fallecimiento en septiembre de la progresista Ruth Bader Ginsburg.
La magistrada podría participar en su primera audiencia a partir del 2 de noviembre, la víspera de las elecciones presidenciales. Por lo tanto, teóricamente le correspondería actuar en caso de que se examinen posibles apelaciones contra los resultados de la votación.
La Corte Suprema decide en Estados Unidos sobre los debates sociales más espinosos, desde el aborto hasta el porte de armas pasando por los derechos de las minorías sexuales.
Con la confirmación de Barrett asegurada, se esperaba que Trump lo celebrara con un acto de juramentación en la Casa Blanca. El juez Clarence Thomas tomará el juramento, dijo un alto funcionario de la Casa Blanca.
Trump celebra
El presidente Donald Trump celebró este lunes la entrada de la jueza conservadora Amy Coney Barrett a la Corte Suprema como un «día trascendental para Estados Unidos».
«Es un día trascendental para Estados Unidos, para la constitución estadounidense y para un estado de derecho justo e imparcial», indicó el mandatario en el jardín de la Casa Blanca antes de que Barrett jurara como jueza ante el magistrado del máximo tribunal Clarence Thomas.
Fuente: Diario las Américas