El manual de la campaña política ortodoxa dice que si uno va primero en las encuestas debe mantener la posición, no innovar. Si se corre con ventaja, lo que suele hacerse es mantener la diferencia, evitando cualquier definición concreta que pueda alterar las posiciones, por cualquier eventualidad que pueda generar malestar en el electorado propio. Sin embargo, mientras más nos acercamos a la segunda vuelta, Sergio Massa empieza a evidenciar que ya no se siente tan confiado como la noche que resultó ganador de las elecciones generales del 22 de octubre.
En una inesperada mezcla de propuesta de campaña e iniciativa gubernamental (recordemos que Massa es el candidato del oficialismo, pero también el ministro de Economía) el exintendente de Tigre anunció anoche que piensa generar una transición de los planes sociales hacia el trabajo formal. Luego de una presentación, Massa subió un video a las apuradas a sus redes sociales, donde dijo que, a partir del próximo año, los beneficiarios de los subsidios estatales deberán formar parte de una bolsa de trabajo y capacitarse, para poder insertarse en el mercado laboral.
En el corto de un minuto, al candidato del oficialismo no se lo ve en su mejor versión. Pareciera que se trata de una comunicación apresurada para un candidato a concejal de un municipio y no a una declaración importante de uno de los dos aspirantes al sillón de Rivadavia, a poco más de dos semanas de un balotaje presidencial.
Como era de esperar, el ministro/candidato fue duramente cuestionado en las redes sociales por no implementar antes lo que supuestamente ahora considera oportuno. Sin embargo, más allá del anuncio electoralista, lo cierto es que la propuesta pareciera ser más compatible con el electorado de Bullrich o Milei que con el del kirchnerismo.
Un anuncio de estas características, a contramano de lo que promovió el peronismo en las últimas décadas, evidencia que Massa está nervioso y considera que su 36% actual está más cerca de un techo que de un piso. Justamente, esto fue lo que aseguró Javier Milei, luego de su acercamiento con Mauricio Macri y Patricia Bullrich de cara a la segunda vuelta.
Por ahora, los medios aseguran que tanto los espacios de Massa y Milei tienen encuestas que les resultarían favorables a cada uno. Pero por las acciones del candidato oficialista, es obvio que en el búnker del kirchnerismo no consideran que tienen la elección asegurada. Habrá que ver como caen estas propuestas improvisadas y a las apuradas, que podrían incrementarse en las próximas dos semanas.