Luego del ataque contra Cristina Fernández en la puerta de su casa de Recoleta, el kirchnerismo adoptó una posición absolutamente lineal e infantil: hay gente que “odia” a la vicepresidente, por lo que, evidentemente, son los responsables del intento de “magnicidio”. Como no pueden responsabilizar directamente a los que rechazan la figura de CFK (bastante más de medio país según las últimas encuestas) por el accionar de un supuesto desequilibrado, la culpa pasa a ser colectiva mediante la existencia de un “discurso de odio”. Sin embargo, si mataban a Cristina, ¿quién salía beneficiado luego del asesinato?
La pregunta obvia es el clásico inicio de cualquier investigación. En este caso, es muy necesaria para salir de la trampa que plantea el kirchnerismo. El que se la formuló públicamente fue Miguel Ángel Pichetto, que aseguró que la oposición no era el espacio político beneficiado ante la desaparición por medio de un hecho violento de CFK.
“Quién se beneficiaba con el hecho si la bala salía? La oposición directamente no, porque aspira a ganar las elecciones democráticamente el año que viene”, señaló el excandidato a vicepresidente de Mauricio Macri. Por ahora, las encuestas le dan la razón. Kirchner y su espacio van rumbo a una paliza electoral e, inclusive, han sido los únicos que se han visto beneficiados luego del supuesto ataque, que corrió de los medios de comunicación y del debate los alegatos del fiscal Diego Luciani, que pidió 12 años de cárcel para la vicepresidente.
Con relación a toda la distorsión que tuvo lugar después de la noche del ataque, Pichetto responsabiliza directamente a Alberto Fernández: “El principal responsable de la distorsión ha sido el presidente, por echarle la culpa a la oposición, a los medios de comunicación y a la justicia”.
Misa lamentable
Pichetto, en el marco de una entrevista radial de esta mañana, también cuestionó duramente a la Iglesia argentina por prestarse a un hecho que consideró «lamentable». Hablamos de la «Misa por la paz» que tuvo lugar el fin de semana, pero que en lugar de una misa terminó siendo un acto proselitista en la basílica de Luján. El referente peronista de Juntos por el Cambio cuestionó a la Iglesia por tener una actitud «facciosa» y aseguró que todo se trató de una manifestación política «con gente que no cree en Dios».
«Tomó un tono partidario y ahora es la propia Iglesia la que está cuestionándolo. Veía que un obispo pedía disculpas, haber politizado una misa es un extremo”, concluyó Pichetto.