Nuevamente la billetera del multimillonario George Soros aparece en la política estadounidense para financiar al Partido Demócrata y su agenda progresista. Pero lejos de guardar relación con campañas electorales o inversiones a favor del aborto, como ha hecho en el pasado, esta vez el dinero estaría siendo destinado a influencers en TikTok, encargados de defender al presidente Joe Biden, atacar a los conservadores y propagar el relato ideológico de la izquierda.
Este “ejército de tiktokers” defiende eliminar el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) o desfinanciar a la policía y usar el dinero para “financiar programas sociales y de salud”. El tema resulta irónico si se pone sobre la mesa el hecho de que hasta los mismos funcionarios de EE. UU. reconocen el espionaje chino detrás de la red social al punto de que el Comité Nacional Demócrata (DNC, en inglés) pidió a sus empleados no descargar la aplicación en los dispositivos que usan para trabajar.
De manera que el dinero de George Soros está financiando influencers en una red social creada y vigilada por el Partido Comunista Chino —situación ampliamente documentada y denunciada— para promover la agenda progresista. El medio estadounidense New York Post señala que Open Society Foundations donó en los años 2020 y 2021 un total de 5,5 millones de dólares a la organización sin fines de lucro Accelerate Action Inc, que a su vez “donó al menos” unos 300.000 dólares a la organización Gen Z for Change, que cuenta con una red de 500 “activistas, organizadores, y creadores”, según las declaraciones de impuestos.
Aborto y agenda verde
Regímenes autoritarios han comprobado la efectividad de las redes sociales y empleado numerosas estrategias para difundir contenido, manipularlo y controlarlo. No es un secreto que las plataformas reemplazaron a los medios tradicionales y, desde entonces, el financiamiento viró al formato digital. Posicionar un tema con usuarios previamente preparados, crea la ilusión de mayor apoyo y eso sirve para un sinfín de propósitos: electorales, ideológicos o publicitarios.
La política estadounidense no es la excepción. Las redes sociales también se volvieron la principal herramienta para captar el voto joven en la primera potencia mundial. Ahí es posible ver a la actual vicepresidente Kamala Harris e incluso a la expresidente de la Cámara baja, Nancy Pelosi, acompañadas de melodías virales que las hacen lucir más accesibles, más simpáticas. Con esa ilusión, aparece la oportunidad perfecta para los propósitos de la agenda globalista de George Soros.
El medio estadounidense cita el caso de Victoria Hammett, de 24 años, directora ejecutiva de Gen Z for Change, que suele hablar de temas reproductivos. “El aborto después de seis semanas será prohibido en Iowa una vez que el gobernador firme la prohibición”, dijo a sus 819.000 seguidores. El pasado 18 de julio un juez de ese estado bloqueó una ley que prohibía los abortos a partir de las seis semanas de embarazo. Como Hammet, hay otro centenar de influencers que promueven este tipo de temas. Por ejemplo, Aidan Kohn-Murphy, fundador del grupo, aboga por el Green New Deal y “Medicare para todos”. Ha visitado la Casa Blanca y tiene más de 288.000 seguidores en TikTok.
Dinero de Soros en toda la región
Se desconoce cómo la organización progresista distribuye el dinero que recibe de Accelerate Action Inc. Sin embargo, los últimos registros fiscales indican que “es la única organización sin fines de lucro que ha donado a Gen Z for Change”.
Mientras Soros teje redes de influencia ideológica en EE. UU., otra parte de sus “inversiones” van a parar a América Latina. El gobierno de Gustavo Petro en Colombia ha sido uno de los beneficiados, ya que gracias a esos fondos, la vicepresidente Francia Márquez logró hacer una gira por África en mayo de este año, admitido por ella misma. A inicios de septiembre volvió a ese continente.
Hoy la gran interrogante podría ser: ¿Dónde no está presente el dinero del multimillonario progresista?, cuyo imperio delegó a su hijo hace pocos meses.