NUEVA YORK — Los precios del crudo subieron el jueves ante las inquietudes de que las crecientes tensiones en Medio Oriente podrían perturbar el flujo mundial de petróleo, mientras que los precios de las acciones en la Bolsa de Valores de Nueva York se alejaron más de sus máximos históricos.
El índice S&P 500 cayó 9,60 puntos, o 0,2%, para situarse en 5.699,94, en una semana inestable que lo ha alejado de su máximo histórico impuesto el lunes. En tanto, el promedio industrial Dow Jones bajó 184,93 unidades, o 0,4%, ubicándose en 42.011,59, y el compuesto Nasdaq cedió 6,65 enteros, menos de 0,1%, con lo que cerró en 17.918,48.
Las acciones descendieron y los precios del crudo siguieron subiendo mientras el mundo aguarda a ver cómo responderá Israel al ataque iraní con misiles del martes. El barril del crudo Brent aumentó 5%, colocándose en 77,62 dólares tras haber iniciado la semana por debajo de 72 dólares. Podría estar en camino a registrar su ganancia porcentual semanal más alta en casi dos años.
Los precios del crudo subieron luego de que el presidente Joe Biden insinuó el jueves que funcionarios de Estados Unidos e Israel estaban conversando sobre un posible ataque por parte de los israelíes contra instalaciones de crudo iraníes.
“Estamos discutiendo eso”, les dijo Biden a los reporteros. Y añadió: “Creo que eso sería un poco… en fin”, manifestó, sin terminar la frase. El mandatario también señaló que no prevé que Israel responda de inmediato al ataque por parte de Teherán.
Irán es uno de los principales productores de petróleo del mundo, y se teme que una ampliación del conflicto no sólo afecte el flujo que Teherán le envía a China, sino que también repercuta en países vecinos que son fundamentales para el fluir del crudo. Sin embargo, las señales de que la oferta de petróleo sigue siendo abundante contribuyen a mantener los precios a raya. El Brent cayó el mes pasado a su precio más bajo en casi tres años.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años subieron de 3,78% a 3,85%, luego de que algunos informes dejaron entrever que la economía estadounidense sigue «sólida». Uno de ellos mostró que el crecimiento de las empresas inmobiliarias, sanitarias y de otros servicios en Estados Unidos se aceleró a su ritmo más intenso desde febrero de 2023 y superó las expectativas de los economistas, aunque las tendencias del empleo podrían estar ralentizándose.
Otro informe dejó entrever que el número de despidos en Estados Unidos sigue siendo relativamente bajo. La cifra de trabajadores que solicitaron apoyo por desempleo la semana pasada subió ligeramente, pero continúa siendo baja en comparación con registros anteriores.
Al margen de las preocupaciones de esta semana sobre Oriente Medio, la cuestión predominante que se ha cernido sobre Wall Street ha sido si el mercado laboral seguirá a su nivel actual después de que previamente la Reserva Federal mantuviera las tasas de interés en el nivel más alto de las dos últimas décadas. Con esa medida la Fed quería desacelerar la economía lo suficiente para poner fin a la elevada inflación que ha golpeado los hogares estadounidenses durante toda la administración de Joe Biden.