IBÉYISE PACHECO,
Ha de haber calculado Tarek William Saab -o quien sea que se le haya ocurrido- la escogencia de un tema que mejorara su imagen y la del Ministerio Público, y que de manera especial lograra distraer la atención pública del contundente proceso de elección primaria que llevó a cabo la Plataforma Unitaria Democrática y que concluyó en la participación de más de dos millones 300 mil venezolanos que en su mayoría eligió a María Corina Machado como la candidata para confrontar a Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales.
Mientras el lunes 23 de octubre la mayoría del país explotaba de emoción, el mundo del régimen, cada vez más reducido, aunque aún con el control del poder, activaba nuevos relatos que lograran dispersar la esperanza y fracturar la cohesión alcanzada. Entonces, Maduro difundió el posible conflicto de guerra con Guyana y organizó la parodia del referéndum consultivo. Ya sabemos, fracasó estruendosamente.
En simultáneo algo había sucedido que llamó la atención del Fiscal Tarek: ese mismo mes la revista Rolling Stone publicó la lista de los 50 mejores en la historia del rap en español. Canserbero, “Can” para sus amigos, Tirone José González Orama para el registro, fue ubicado como el número uno por el equipo de expertos que se encargó de la selección. “Con letras profundas, una voz inconfundible y una actitud de sólida autenticidad, Canserbero necesitó poco tiempo para convertirse en una de las figuras emblemáticas del rap en América Latina. Sus canciones cuentan historias complejas y oscuras, son reflexiones sesudas en torno a la vida, la muerte, la injusticia y las calles”, refirió la publicación.
Canserbero había fallecido la madrugada del 20 de enero de 2015 en Maracay, estado Aragua. Su cuerpo cayó al piso del edificio donde Carlos Daniel Molnar, músico y amigo cercano residía junto a su pareja Natalia Améstica quien lo ayudaba en gestiones de producción para sus presentaciones. Expertos que evaluaron las evidencias concluyeron que se trató de un homicidio-suicidio. Canserbero en una alteración psicótica había asesinado a su amigo, lanzándose luego desde el balcón del apartamento. A Carlos, su víctima, le había contado antes que estaba deprimido; para colmo, en medio de ese proceso emocional, le habían cortado la electricidad en el apartamento donde residía, lugar que por cierto le había facilitado el mismo Carlos. Así que esa noche terminó siendo acogido en el hogar de la pareja Molnar-Améstica. A fin de cuentas, no era la primera vez. Todo su entorno hacía burlas condescendientes porque Natalia y Carlos trataban a Canserbero con la ternura de un bebé.
Familiares, compañeros de trabajo y amigos recuerdan que Canserbero sufría de la obsesión de que alguien lo perseguía para asesinarlo, tanto, que solía moverse de lugares donde imaginaba sentirse acechado dentro y fuera del país.
Todo cambiaba cuando Canserbero se montaba en el escenario. De ser un personaje introvertido y por momentos hosco, lo que en ocasiones se confundía con cierta agresividad, pasaba a ser cándido y seductor de masas.
Al morir, Canserbero estaba en un gran momento profesional, posicionado como un artista urderground que había comenzado a expandirse hacia otros territorios en latinoamérica.
Entre sus fanáticos estaba el fiscal Tarek William Saab. Su pesar por la muerte de Canserbero lo demostró desde el primer día, en privado y públicamente cuando ocupaba el cargo de Defensor del Pueblo. Luego, siendo Fiscal en el 2017, dejó registrado su interés nuevamente a través de redes sociales.
Ahora, Tarek William Saab se ha convertido en el protagonista de un guion cruento y oscuro cargado de ilicitud e injusticia, expresadas en el giro del caso Canserbero y que extrañamente coincide con la letra de una canción escrita por el rapero Saimon MC en el 2021, que narra lo que hoy es sostén del modus operandi que acusa a personajes de autoría y complicidad en el asesinato del músico.
Deseoso de sacudir el corazón de las masas, el Fiscal Tarek a los pocos días de la publicación de la Rolling Stone, comenzó a avanzar en una narrativa que altera hechos y borra evidencias forenses, informes científicos, registro de testigos, todo. Él, personalmente, ha dirigido las tomas, repetidas 15 veces una y otra vez, de los acusados declarándose culpables frente a las cámaras. Además, hasta este miércoles, a los indiciados no se les había permitido designar sus abogados ni leer el expediente y lo más grave, algunos denuncian torturas para obligarlos a confesar su culpabilidad.
La fanaticada de Canserbero ha celebrado las detenciones, pero la verdad, ¿quién puede dialogar con un fanático?
Tarek que tanto ha luchado por ser tendencia en redes sociales, ha logrado un caso que no está dispuesto a soltar sin importar que con ello condene a décadas de prisión a una anatomopatóloga buena e impoluta, a una mujer que aún amamanta a su bebé o a un hombre que asumió criar solo a un hijo especial, por solo nombrar a tres.
Y lo hace como un cancerbero en la puerta del infierno.