Bogotá, 29 oct (EFE).- Miles de personas marcharon este sábado por las calles de una veintena de ciudades colombianas, entre estas Bogotá, Medellín y Cali, para mostrar su rechazo al Gobierno de Gustavo Petro y sus medidas, como la reforma tributaria que quiere impulsar en el Congreso.
Los manifestantes salieron desde diversos puntos de Bogotá hacia la céntrica Plaza de Bolívar, que acoge el Congreso, donde, con banderas de Colombia y pancartas entonaron el himno nacional y gritaron «Petro, bandido, el pueblo está ofendido», pidiendo su renuncia, o arengaron a las fuerzas militares.
«Este es un Gobierno que quiere destruir las cosas que tenemos», explicó a EFE Paloma Valencia, senadora del Centro Democrático, uno de los partidos que impulsa las protestas.
Según señaló la congresista, el Gobierno «está poniendo unos impuestos exagerados y prohibiendo la exploración de petróleo y gas que está llevando el sector de hidrocarburos, que es la base de la macroeconomía de este país, al colapso», haciendo referencia a los anuncios contradictorios del Gobierno de paralizar nuevas exploraciones de hidrocarburos como parte de la agenda medioambiental prometida en campaña.
Protesta pacífica y democrática contra Petro
El presidente de la Unión de Trabajadores de la Industria Petrolera y Enérgica de Colombia, Alejandro Ospina, aseguró a EFE que es falso que haya que acabar con esta industria para «mitigar la crisis climática» y que eso solo traerá «mayor pobreza y mayor impacto ambiental».
La oposición asegura que la reforma tributaria -que en 2021 sacó a miles de personas a las calles en unas multitudinarias protestas que en muchos casos se tornaron violentas cuando el entonces presidente Iván Duque quiso impulsar una tributaria por un monto menor- «puede destruir el sector productivo de este país».
Por eso piden al Gobierno que «escuche a la ciudadanía» y continúe el legado que han dejado otros gobiernos porque «no puede llegar a destruir», según palabras de Paloma Valencia.
Se trató de una «protesta democrática, civilizada, con respeto a las instituciones, los bienes públicos y los derechos de los demás», como definió el excandidato presidencial Enrique Gómez, ya que transcurrió en casi todos lados de forma tranquila y sin disturbios.