WASHINGTON- El republicano Tom Emmer abandonó abruptamente su intento de convertirse en presidente de la Cámara de Representantes, apenas horas después de ganar la nominación interna del Partido, una vez que le quedó claro que no tendría suficiente apoyo de sus colegas.
Emmer dio marcha atrás después de que Donald Trump se opusiera a su nominación y más de una decena de legisladores en la Cámara de Representantes le negaran al republicano de Minnesota los votos que necesitaría para ser elegido, de acuerdo con fuentes republicanas familiarizadas con la situación.
El legislador por Minnesota es el tercer candidato del Partido Republicano que no consigue suficiente apoyo de los legisladores, dejando a los republicanos todavía lejos de resolver la incertidumbre. Han pasado tres semanas desde la destitución de Kevin McCarthy.
Los republicanos habían designado este martes a Tom Emmer como su nuevo candidato a liderar la Cámara Baja del Congreso de Estados Unidos, que se encuentra semiparalizada desde la destitución de Kevin McCarthy el 3 de octubre.
Emmer, el más moderado de los que se presentaban al cargo, salió victorioso de una serie de consultas a puerta cerrada que comenzó con nueve candidatos, pero se desconocía si podría convencer a casi todos los republicanos para que lo respaldaran en una votación en sesión plenaria.
El Congreso no puede abordar las múltiples crisis globales ni la amenaza de cierre del gobierno desde que Kevin McCarthy fue destituido el 3 de octubre a petición de un grupo de republicanos que exige mayores demandas frente al desastre de la administración de Joe Biden.
Kevin McCarthy sigue como parte del plan
McCarthy, de 62 años, sigue siendo parte del plan por gozar de popularidad entre la mayoría de los republicanos de la Cámara de Representantes, que ya rechazaron a dos candidatos a sucederle.
Si Emmer llegaba a tener éxito, sería el presidente de la Cámara de Representantes con menos experiencia en más de un siglo, ya que nunca presidió un comité ni ocupó un puesto de liderazgo durante un largo período de tiempo, aunque desempeñó un alto cargo en campañas electorales republicanas.
Pese a ello hubiera tenido que negociar un acuerdo presupuestario para 2024 para evitar el temido cierre del gobierno el 17 de noviembre.
También hubiese liderado una Cámara dividida, como en años anteriores, en un momento en que Biden pide financiación para ayudar a Ucrania en la guerra contra Rusia y para Israel en su conflicto con el grupo terrorista islamista palestino Hamás.
Emmer es partidario de Trump, pero algunos trumpistas lo consideran desleal por haber votado a favor de la certificación de la victoria de Biden en las elecciones de 2020.
En una carta a sus colegas antes de la votación afirmó que buscaba un «cambio histórico».
«No tenemos más remedio que luchar muy duro para mantener nuestra mayoría en la Cámara y cumplir con nuestra agenda conservadora», escribió Emmer, padre de siete hijos.
Cada uno de los candidatos al cargo se comprometió inicialmente a respaldar al elegido, pero nunca quedó claro que Emmer hubiese podido lograr los 217 votos que necesitaba.
Si todos los demócratas votaban en contra de él, como se daba por sentado, sólo podía permitirse que cuatro republicanos le dieran la espalda.
Sólo 117 de sus colegas votaron por él en la ronda final de las consultas internas, según la prensa estadounidense, y 97 prefirieron a su rival Mike Johnson.