La noticia de que dos buques de guerra iraníes –el Dena y el Makran– zarparon en otoño pasado con destino al Canal de Panamá, haciendo una parada por estos días en Brasil tras obtener autorización del nuevo gobierno, mantiene en alerta a las autoridades estadounidenses. El objetivo es «circunnavegar el mundo» y entrar por primera vez en aguas del océano Pacífico, según el comandante de la Marina de Irán, el contralmirante Shahram Irani. La zona a la cual llegarán estas embarcaciones forma parte del «patio trasero» de Estados Unidos. Es por ello que Washington les sigue los pasos a los barcos iraníes en distintos rincones del mundo, confirmando hace pocos días la sospecha de tráfico de armas procedente de Teherán en un buque que se encontraba frente a las costas de Yemen.
Más de 3000 rifles de asalto, 20 misiles guiados antitanque y medio millón de cartuchos encontraron las fuerzas especiales francesas en la embarcación que se acercaba a la costa yemení, como parte de un despliegue conjunto con EE. UU. y Reino Unido para combatir el contrabando en la zona. Aunque el decomiso se realizó el 15 de enero no fue sino hasta este miércoles que el Wall Street Journal dio a conocer la información a la que tuvo acceso, citando funcionarios familiarizados con la operación. Apenas una semana antes, la Marina estadounidense había confiscado más de 2000 rifles de asalto y 50 toneladas de municiones en un buque sospechoso que se encontraba en el Golfo de Omán. Estados Unidos y sus aliados se mantiene activamente monitoreando los buques que navegan por esa región.
Contrabando e inteligencia iraní frente a las costas de Yemen
Pero no se trata de decomisos aislados. Hay otro evento más reciente. El carguero iraní Azargoun, que se detuvo el lunes en aguas internacionales del Mar Rojo junto a otro barco iraní, el Behshad –conocido también como Saviz 2– el cual está anclado frente a las costas de Yemen, puso en alerta a las autoridades de ese país. Fuentes militares yemeníes citadas por el portal Yemen Details revelaron que «hay movimientos iraníes sospechosos y continuos en las aguas territoriales internacionales frente a las costas de Yemen» y detallaron que habían visto «barcos que se detenían junto al sospechoso Behshad, el cual lleva un sistema de inteligencia y en él se encuentran expertos iraníes».
De acuerdo con la información del medio yemení divulgada este viernes 3 de febrero, el Behshad también «representa un punto de descarga y contrabando desde Irán a los puertos de Hodeidah, Salif, Ras Issa, Kamaran Island, y una serie de puertos pesqueros en las extensas costas occidentales de Yemen. Es preciso recordar que el régimen de Irán ha tratado de proporcionar ayuda letal a los rebeldes hutíes en Yemen durante meses, incluso cuando la guerra civil yemení sigue bajo conversaciones para un alto el fuego.
Monitoreo constante de Estados Unidos
Estos acontecimientos que involucran a buques iraníes, aunque ocurren del otro lado del mundo, generan preocupación en Estados Unidos, pues el envío de la flotilla 86 a las costas de América Latina es considerado por la Casa Blanca como un desafío, razón por la cual las autoridades norteamericanas mantienen un monitoreo constante sobre estas embarcaciones que tienen como destino final el Canal de Panamá, construido por EE. UU. y administrado por los norteamericanos hasta el 31 de diciembre de 1999.
«Continuamos monitoreando los intentos de Irán de tener una presencia militar en el hemisferio occidental», dijo el martes un portavoz del Departamento de Estado de EE. UU. a Fox News Digital.
En la ruta de los dos barcos iraníes que tomaron rumbo a Occidente está el puerto de Río de Janeiro. Se trata del Dena, un buque de guerra de clase Mowj que ha formado parte de la Armada de Irán desde junio de 2021, equipado con misiles de crucero antibuque, torpedos y cañones navales.
También se aproxima el Makran, un buque de base avanzada cuyo peso asciende a 121.000 toneladas, con capacidad para transportar cinco helicópteros y se emplea para proporcionar apoyo logístico a los buques de guerra de combate.
Visita a Brasil con autorización de Lula
La llegada de estos buques a Brasil fue autorizada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva. En la Gaceta Oficial del 13 de enero, el Ministerio de Defensa «autoriza la visita de los buques ‘IRIS MAKRAN’ e ‘IRIS DENA’, pertenecientes a la Marina de Irán, al puerto de Río de Janeiro, en el periodo del 23 al 30 de enero de 2023». Se desconoce cuál es la ubicación actual de las embarcaciones, pues según las fechas establecidas debieron haber zarpado del puerto brasileño el lunes, pero no fue sino hasta el miércoles cuando circuló la noticia de que apenas estarían llegando. Fox News aseguró que según una fuente de Seguridad del hemisferio occidental, los barcos iraníes no habían llegado el martes a Brasil. En este caso, se presume que el periodo autorizado fue extendido; sin embargo, ninguna Gaceta Oficial posterior tiene esa eventual información.
El otorgamiento de este permiso representa de forma tácita el restablecimiento de las relaciones entre Teherán y Brasilia. Ese era el deseo que no escondió el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Naser Kanani, quien tras la victoria de Lula expresó que la República Islámica esperaba que las antiguas relaciones entre los dos países caracterizadas «por la buena voluntad y el respeto mutuo» se ampliaran bajo la dirección del mandatario socialista, sobre todo porque este año las naciones cumplen 120 años de diplomacia conjunta.
Además, Lula simpatiza con Irán. Durante su campaña cuestionó a Jair Bolsonaro por haber vetado al régimen islámico. En sus anteriores administraciones se negó a criticar el historial de Irán sobre violaciones a los derechos humanos y hasta se reunió con el entonces líder de ese país, Mahmoud Ahmadinejad, para discutir acerca del controvertido programa nuclear iraní.
Barcos iraníes rumbo al Canal de Panamá
A principios de enero, el comandante de la Armada de la República Islámica, el contralmirante Shahram Irani, presumía de que sus embarcaciones estaban «presentes en todos los estrechos estratégicos del mundo».
El Canal de Panamá les faltaba en su listado. Se trata de un paso clave para la región por conectar aproximadamente el 6 % del comercio mundial a través de sus esclusas.
Se espera que la flotilla 86 rompa el récord de distancia que una flotilla iraní ha navegado en aguas internacionales. El año pasado, la flotilla 75, incluidos los buques de guerra Sahand y Makran, establecieron un nuevo récord de navegación de 250.000 kilómetros después de un viaje a San Petersburgo, Rusia.
Para el senador republicano, Marco Rubio, esta presencia marítima de Irán representa una alarma por «la capacidad de Teherán para ampliar su presencia militar. Es una señal de advertencia, especialmente porque pretende apoyar a los regímenes marxistas de izquierdas que socavarán la paz y la estabilidad en toda la región».