La banca venezolana se ha visto obligada a adaptarse a la dolarización que vive la economía nacional. Esto para poder brindarle a sus clientes instrumentos financieros que cubran sus necesidades.
Uno de los primeros servicios que comenzó a ofrecer fue la apertura de cuentas custodia de divisas sin costo alguno. Posteriormente, las entidades financieras han sumado a sus carteras otros servicios; entre ellos, transferencias entre cuentas del mismo banco, así como la posibilidad de realizar retiros en efectivo.
Asdrubal Oliveros, economista y director de la firma Ecoanalítica, comenta en exclusiva para El Diario que la evolución de los instrumentos financieros para clientes con divisas parece indicar que puedan llegar a producirse transferencias en moneda extranjera entre distintas instituciones bancarias.
Explica que el un hecho perfectamente posible, pues existe la infraestructura para realizar este tipo de operaciones. Aclara, sin embargo, que para que pueda materializarse, el Banco Central de Venezuela (BCV) debe establecer un marco normativo.
A diferencia de otros países donde la compensación ocurre de cara al exterior, en Venezuela esta tendría que ser “endógena”. Aspectos como la escasa reputación económica del país, así como las sanciones impuestas por Estados Unidos, impiden una dolarización formal.
El director de Ecoanalítica dice que aún no está listo el sistema para hacer transferencias interbancarias de divisas. Pero ya se está trabajando en esta dirección para hacerlo posible.
Asegura que de concretarse ese mecanismo de transferencias en moneda extranjera entre bancos, también se abriría la posibilidad para que el cobro de impuestos pudiese ser realizado en divisas.
Comenta que esto constituiría un hecho positivo para el Estado venezolano. Se traduciría en una mayor recaudación de impuestos, en momentos en los que los tributos no suponen ni siquiera 5% del Producto Interno Bruto (PIB).
Dice que el régimen de Nicolás Maduro necesita aumentar los ingresos fiscales no petroleros y ve el cobro de impuestos en dólares como una vía para poder lograrlo.
Aunado a esto, están los beneficios que los clientes bancarizados recibirían al facilitarse los medios de pago de productos y servicios.
“El manejo del efectivo es complicado no solamente por el tema del vuelto, sino también por los temas de seguridad que implican el almacenaje y el transporte de este efectivo”, afirma.
No descarta que, a futuro, si se concreta la integración del sistema financiero venezolano al uso de divisas, puedan darse pasos que conduzcan al otorgamiento de préstamos en moneda extranjera. Pero debido a la contracción de los últimos años, los montos deberían ser de una escala “relativamente pequeña”.
Dolarización
Oliveros señala que fundamentalmente existen tres tipos de dolarización que se diferencian entre sí a partir de hasta qué punto el Estado renuncia a su capacidad de emitir dinero. Detalla que estos tipos pueden identificarse como dolarización total, parcial y transaccional.
Afirma que en Venezuela, por su parte, se está registrando un proceso de dolarización de carácter transaccional donde la circulación de la moneda estadounidense viene dada tanto por particulares, como por empresas.
Señala que desde Econalítica han intentado estimar el monto total de las divisas que están circulando en la economía venezolana actualmente. Indica que en el último estudio que realizaron, a mediados de abril de este año, encontraron que el stock aproximado es de unos 2,1 millardos de dólares. Aunque aclara que esa cifra agrupa tanto los dólares como los euros que están circulando en el país.
Ese monto representa una disminución cercana a los 300.000.000 de dólares con respecto al año 2019, cuando estiman que había unos 2,4 millardos de dólares.
Cree que es poco factible que, al menos en el corto plazo, este monto se incremente de forma significativa, pues la caída de las remesas enviadas al país ha repercutido negativamente.
Sostiene, además, que la dolarización ha acrecentado y evidenciado las desigualdades sociales que existen entre los venezolanos. Afirma, sin temor a equivocarse, que “existen muchos dólares en muy pocas manos” por lo que las brechas entre las clases sociales se han vuelto más pronunciadas.
“Tenemos una población que por tener dólares puede tener acceso a bienes y servicios, mientras otros no pueden hacerlo”, comenta.
¿Adaptarse o morir?
Una de las principales fuentes de ingresos de la banca en cualquier país proviene de las carteras crediticias. Pero en Venezuela el encaje legal obliga a las instituciones financieras a no poder “prestar” gran parte del dinero que perciben.
Es por este motivo que Oliveros considera que la banca ha visto en la dolarización una especie de salvavidas. Esto les permite “mantenerse en pie” y tener algún nivel de crecimiento, dice.
Sostiene que la contracción que han registrado los bancos debido a la caída del crédito es significativamente mayor que la caída de la economía.
Oliveros considera absurdo pensar que la dolarización, de la cual se está intentando beneficiar la banca, es un hecho que no esté siendo auspiciado desde el régimen.
Considera que ese es uno de los motivos que han generado que se permita un escenario multimoneda en el país.
“El gobierno ve en la dolarización un beneficio porque con eso disminuye la tensión social, porque adicionalmente también son fuentes de ingresos para diferentes grupos de poder. Es iluso pensar que todo esto se esté dando sin que el gobierno lo permita o lo sepa”, sentencia.
Fuente: El Diario