COLUMBIA– El expresidente Donald Trump advirtió este fin de semana que las próximas elecciones serán la oportunidad de salvación para Estados Unidos.
Trump regresó a los mítines de campaña en New Hampshire y Carolina del Sur, con la esperanza de impulsar su candidatura a la Casa Blanca.
Dos meses y medio después de anunciar su postulación a las elecciones de 2024, el expresidente abandonó su residencia en Florida para realizar visitas de campaña.
New Hampshire y Carolina del Sur estarán entre los primeros en organizar las primarias republicanas a principios de 2024. Una victoria daría a Trump un impulso valioso y necesario para el futuro.
«Las elecciones de 2024 son nuestra única oportunidad para salvar a nuestro país y necesitamos un líder que esté listo para hacerlo desde el primer día», dijo Trump en Columbia, Carolina del Sur, flanqueado por banderas estadounidenses.
«Necesitamos un líder que esté preparado para enfrentar a las fuerzas que arrasan nuestro país», dijo más tempano ante una multitud de varios cientos en la pequeña ciudad de Salem, New Hampshire.
La corrupción y economía en picada
Después de reinar durante años en el «Grand Old Party», como se conoce al Partido Republicano, Trump (76) no necesariamente estuvo en terreno conquistado.
Trump reiteró el sábado que le robaron las elecciones de 2020 y promocionó su historial en materia de seguridad pública e inmigración, y prometió salvar al país «de la destrucción económica y política por parte de un establishment corrupto, radical y egoísta».
La economía de EEUU, a pesar de que el gobierno no lo quiera reconocer al igual que hizo con la inflación durante un año, se encuentra en una recesión y se encamina hacia una agudización de ese estatus económico.
El 2022 terminó con la peor escalada de precios en los últimas cinco décadas y los pronósticos para 2023 son iguales o peores, con despidos masivos de grandes empresas, caída de ventas de viviendas durante 11 meses consecutivos, desplome de la actividad manufacturera y la producción industrial, incremento récord de importaciones; crisis durante dos años en la frontera sur y ahora una demanda de 20 estados contra otra de las controversiales medidas de la administración Biden, que incluyen a cuatro naciones.
Un gasto federal excesivo en Washington, abuso de poder con medidas obligatorias como la vacuna y el perdón de deudas estudiantiles, además de una guerra en Ucrania que ha desangrado los bolsillos de los estadonidenses con más de 100.000 millones de dólares en supuestas ayudas, adornan dramáticamente la gestion de la Casa Blanca desde el 20 de enero de 2021.
Aunque es hasta ahora el único republicano en la postulación, en Carolina del Sur algunos se preparan quizás para ir al ruedo electoral, como la exgobernadora Nikki Haley, quien prometió a sus seguidores un anuncio muy pronto.
Trump se refirió a las evidencias hechas públicas en Twitter sobre la implicación del FBI y otras agencias de inteligencia en las elecciones de 2016 y 2020 y el encubrimiento de delitos del hijo de Joe Biden y del propio Joe Biden, a quien le han encontrado en sus residencias y oficinas -desde la época de su vicepresidencia en el gobierno de Obama- documentos confidenciales ultrasecretos con información muy comprometedora.
La impunidad de la izquierda
El exmandatario nombró la actual impunidad de la izquierda y los extremistas de izquierda que durante seis años se han dedicado a hostigarlo, perseguirlo e intentar acusarlo judicialmente con calumnias para inhabilitarlo políticamente, primero antes de las elecciones presidenciales de 2020 y ahora para el 2024.
Pero la perjudicial película de la izquierda para la democracia del país viene desde el 2016 con la trama de Rusia y muchos otros argumentos inventados luego para condenarlo injustamente y desacreditar su meritoria labor en la Casa Blanca.
«Son fiscales radicales de izquierda que son personas absolutamente horribles», dijo Trump.
El expresidente fortaleció su liderazgo en las legislativas de medio mandato en noviembre, a pesar de lo que blasfeme la prensa de izquierda y sus extremistas oponentes políticos.
El propio presidente Joe Biden utilizó calificativos totalmente despectivos en 2022 contra los conservadores y republicanos, que fueron incluso criticados por congresistas de sus propias filas. Luego quizo arreglar el asunto diciendo que no eran todos.
En estos momentos, el país se encuentra tan o más dividido que en años anteriores y la supuesta unidad que prometió Biden se ha quedado como promesa de campaña.
Durante los dos primeros años de control de la izquierda en la Cámara Baja, los demócratas gobernaron de forma unilateral y autoritaria mediante una legislación de emergencia con el pretexto de la pandemia de COVID-19, que les permitió aprobar fondos y leyes sin contar siquiera con el ala republicana.
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