WASHINGTON.- El expresidente Donald Trump, claro favorito para la nominación republicana de cara a las presidenciales de 2024, comparece este jueves ante un tribunal de Washington acusado de supuesta conspiración para cambiar el resultado de las elecciones de 2020.
Horas antes de su comparecencia histórica Trump señaló a su rival, el presidente demócrata Joe Biden, con quien podría volver a medirse en las urnas el año que viene, de haber ordenado al Departamento de Justicia que le atribuya «tantos delitos como se puedan inventar».
«Los demócratas no quieren competir contra mí, de lo contrario no recurrirían a esta instrumentalización sin precedentes de la ‘Justicia’. Pero pronto, en 2024, será nuestro turno», añadió en su plataforma Truth Social.
«¡Necesito una inculpación más para garantizar mi elección!» en 2024, sostuvo desafiante.
Dijo que va a Washington por haber «cuestionado unas elecciones corruptas, amañadas y robadas», una afirmación que repite desde los comicios de 2020.
«Un gran honor»
«Es un gran honor, porque me arrestan por ustedes. ¡Hagan a Estados Unidos grande otra vez!!!», añadió retomando su famoso lema.
Se prevé que Trump, de 77 años, acuda a la vista preliminar esta tarde ante la jueza de instrucción Moxila Upadhyaya. A su llegada quedará bajo arresto, le tomarán las huellas dactilares, pero no le harán una fotografía. Se le podrían imponer condiciones para que quede en libertad.
Posteriormente el caso pasará a la jueza federal Tanya Chutkan, quien ya falló contra él en un caso en 2021.
En un texto de 45 páginas publicado el martes, el fiscal especial Jack Smith lo acusa de «socavar» los cimientos de la democracia estadounidense al intentar alterar el conteo de votos en las presidenciales, una inculpación inédita y especialmente grave dado que en aquel entonces era presidente en ejercicio. Todo esto después de que se vieran por la redes sociales decenas de videos ocultando cajas de votos y que a observadores conservadores no se les permitira ver ni de cerca el conteo de votos en mesas electorales en estados clave como Arizona, Michigan, Pennsylvania y Georgia
Al contrario, las otras dos inculpaciones penales dictadas contra él este año, una por fraude contable debido al pago de dinero a una actriz de cine para adultos para comprar su silencio y otra por haber puesto en peligro la seguridad nacional con el manejo negligente de documentos confidenciales, corresponden a un periodo anterior y posterior a su mandato.
La Corte donde se le leerán los cargos está cerca del Capitolio, la sede del Congreso de Estados Unidos, que fue asaltada por cientos de sus supuestos partidarios el 6 de enero de 2021 en su afán por impedir que se certificara la victoria de su oponente demócrata Joe Biden, pero que quedan muchas dudas después que los propios agentes retiraran vallas y dejaran pasar sin violencia a los manifestantes. En las escenas televisadas en vivo los agentes de protección del Capitolio dialogaban afablemente juntos a los manifestantes sentados en las barandas y muros de la sede del Congreso.
Millones de conservadores aseguran que miles de partidarios de izquierda se infiltraron entre los manifestantes y exhortaron a entrar en el Capitolio, como si todo hubiera sido preparado. Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes en ese momento, se negó a incrementar la seguridad y hacer uso de la Guardia Nacional en Washington. Una propuesta hecha por los asesores militares, de inteligencia y del Servicio Secreto. Por tal razón, muchos lo consideran un complot premeditato contra Trump.
El abuso de poder de Biden en sus más de 75 órdenes judiciales en sus primeras tres semanas de gobierno, su conocimiento sobre los negocios turbios de su hijo Hunter Biden con un alto riesgo para la seguridad nacional, la influencia directa en los asuntos empresariales -confirmada esta semana por un testigo crucial ante el Comité de Supervisión de la Cámara Baja- y el caso de una espía china de assistente de su hijo, son algunos de los asuntos que permanecen sin la más mínima atención del Departamento de Justicia. Agentes del IRS y del FBI han declarado bajo juramento contra Hunter Biden y su padre en las investigaciones que emprendieron los republicanos en el Congreso al ver la parcialidad de la Justicia y el acoso judicial contra Trump en plena campaña electoral.
La orden ejecutiva ilegal de vacunación masiva obligatoria casi al final de la pandemia de COVID-19, que costó el despido de decenas de miles de empleados públicos y federales, funcionarios estatales y personal médico también se mantiene impune ante la justicia junto a la otra orden, también ilegal, de reducir las deudas estudiantiles. La responsabilidad por las muertes de soldados estadounidenses en la caótica e irresponsable salida de Afganistán ordenada por Biden, tampoco importa. Y esa lista de impunidad se suma el exgobernador de Nueva York, con varias demandas por acoso sexual y la muerte de decenas de ancianos en asilos durante la pandemia; el caso de Hillary Clinton con sus decenas de miles de emails borrados de un servidor federal en su residencia para evitar se acusada, entre otras cosas, por el escándalo de Bengasi.
«Mentiras»
El asalto fue «alentado por las ‘mentiras'» que el acusado contó durante meses sobre el presunto fraude electoral a favor de Joe Biden, dijo Smith tras hacer pública la inculpación.
Esta vez, las autoridades sí han desplegado fuertes medidas de seguridad en torno al juzgado, en cuyo exterior acamparon periodistas del mundo entero durante la noche para asegurarse un sitio en el interior desde donde contar este momento histórico.
El fiscal declaró el martes que quiere «un juicio sin demora», de modo que podría coincidir con la campaña por las elecciones presidenciales de 2024, y quizá con Trump como candidato. A día de hoy es el claro favorito para las primarias republicanas.
Sin embargo, para las acusaciones y juicios contra Joe Biden y su hijo Hunter Biden, las cosas caminan de forma muy diferente
Por el momento se desconoce el impacto de la nueva inculpación en su candidatura. Con cada una de ellas ha obtenido mayor respaldo -financiero y en las encuestas- para la carrera por volver a la Casa Blanca.
Biden, que está de vacaciones, intenta mantenerse «al margen» de los problemas legales de su rival, al menos de cara a la opinión pública.
Cuando este jueves por la mañana, durante su paseo en bicicleta por Rehoboth, en Delaware (este), se le preguntó si seguirá la lectura de cargos contra Trump su respuesta fue: «No».
A pesar de las decenas de acusaciones en su contra, Trump cuenta con la lealtad de la gran mayoría de los conservadores y de su Partido. Mantiene una ventaja sustancial en las encuestas para la nominación republicana, con mucha diferencia respecto a su rival más cercano, el gobernador de Florida, Ron DeSantis.
Y este podría no ser su último dolor de cabeza judicial. La fiscalía de Georgia también investiga si Trump intentó cambiar el resultado de las elecciones de 2020 en este estado del sur del país.