PALM BEACH — El expresidente y candidato presidencial republicano, Donald Trump, celebró la renuncia a la reelección anunciada por el presidente Joe Biden y aseguró que la posible sucesora de Biden, Kamala Harris, será más fácil de derrotar.
«Es el peor presidente de la historia de nuestro país, de lejos», afirmó Biden en conversación telefónica con la cadena CNN.
El agónico rendimiento de un dubitativo, impreciso y debilitado Biden durante el debate del 27 de junio en Atlanta frente a su gran rival, el expresidente Trump, provocó desde ese momento un aluvión de dudas en el seno del partido sobre la capacidad del actual mandatario para derrotar al magnate neoyorquino, que en un mes se ha colocado con tres puntos de ventaja en la media de encuestas nacionales, según refleja este domingo el portal especializado RealClearPolitics.
Joe Biden «no era apto» para ser candidato presidencial y «ciertamente no es apto para servir» como presidente, dijo el domingo Trump, después de que el mandatario anunció que abandona la carrera por la Casa Blanca en los comicios de noviembre.
«El corrupto Joe Biden no era apto para postularse como presidente, y ciertamente no es apto para servir — ¡Y nunca lo fue! … Sufriremos mucho por su presidencia, pero remediaremos el daño que ha hecho muy rápidamente», publicó Trump en su red Truth Social poco después del anuncio de Biden este domingo.
En torno al apoyo de Biden a su vicepresidenta, Kamala Harris, como posible candidata del Partido Demócrata a las elecciones del 5 de noviembre, Trump afirmó que será más fácil de derrotar de lo que hubiera sido Biden.
Crónica de una renuncia anunciada
Desde el debate de Atlanta, cuatro senadores y más de una veintena de congresistas de su propio partido presionaron a Biden para que reconsiderara su decisión de seguir en la carrera presidencial y apostara en su lugar por «pasar la antorcha» a un nuevo candidato.
El presidente acabó cediendo a las presiones de los pesos pesados de su partido que no lo querían ya cerca, pese a los esfuerzos de mantenerse y apagar el rechazo a su candidatura.
Otra cuestión a tener en cuenta ha sido el rechazo entre destacados donantes del partido que amenzaban a suspender las contribuciones a la campaña de Biden, que el mes pasado acabó vaciando el 93 por ciento del dinero recaudado tras destinar más de 50 millones de dólares a un aluvión de anuncios publicitarios para cambiar el signo de la opinión pública tras el debate, según cifras recogidas por Bloomberg.
Fuentes próximas a la campaña de Biden ya dejaban entrever a principios de esta semana el comienzo de un período de reflexión que coincidió con el positivo por coronavirus que el presidente estadounidense confirmó el pasado miércoles, en una semana en la que Trump ha terminado por acaparar todo el espacio mediático tras sobrevivir el pasado fin de semana a un intento de asesinato durante un mitin en Pensilvania.