Quizá lo más crucial, Trump maniobró para que se continúe pagando la asistencia federal adicional de desempleo a millones de estadounidenses que se han quedado sin trabajo durante la pandemia.
El Congreso permitió que esos pagos caducaran el 1 de agosto, y las negociaciones para extenderlos se atascaron debido a una parálisis partidista en que la Casa Blanca y los demócratas tienen enormes diferencias. Trump se había mantenido principalmente al margen durante las negociaciones del Gobierno con los líderes del Congreso, dejando las conversaciones de su lado al jefe de despacho de la Casa Blanca, Mark Meadows, y al secretario del Tesoro, Steve Mnuchin.
Ahora Trump hace disponible una asistencia semanal de 400 dólares, aplazando los pagos de impuestos de nómina y de créditos estudiantiles federales, y congelando algunos lanzamientos de inquilinos durante la crisis.
Fuente: Diario las Américas