Leonardo Morales,
ATLANTA– El complot político de la izquierda y de la extrema izquierda en Estados Unidos contra el expresidente Donald Trump continúa sin un final cercano hasta el momento. Ahora el exinquilino de la Casa Blanca enfrenta un cuarto caso judicial.
Sin precedentes en la historia de la nación, el avance de la tendencia radical «progresista» (socialista) mantiene supuestamente bajo su control más de 70 distritos judiciales en el país, con una influencia de poder alarmante sobre -incluso- otras instituciones federales.
Los fondos y el respaldo a esta tendencia son dirigidos a revertir el destino conservador de EEUU y pretenden cambiar el rumbo de un capitalismo occidental a un «capitalismo» con la mayor centralización posible de poder del estado federal.
A pesar de la división de poderes, Joe Biden, los nuevos demócratas, el Departamento de Justicia y el FBI (Buró Federal de Investigaciones), se encuentran -al parecer- ya montados en ese carril ante los ojos de la democracia y el pueblo norteamericano.
Los propósitos de la izquierda
La eliminación del terreno político estadounidense del más ferviente opositor (Trump) resulta esencial. Por tal razón, todos los esfuerzos se dirigen en esa línea cuando las encuestas dan el menor respaldo en la historia a la gestión de un Presidente en funciones: Joe Biden.
Los propósitos son evidentes: el desgaste moral, financiero y político del candidato favorito republicano para las elecciones presidenciales de 2024, una modalidad que se hace cada vez más evidente a gran escala bajo regímenes autoritarios en el mundo; incluso, democráticos.
Un gran jurado en el condado de Fulton, Georgia, acusó a Trump luego de una investigación sobre sus supuestos esfuerzos para “anular” las elecciones presidenciales de 2020.
También se emitieron cargos penales contra el exjefe de gabinete de la Casa Blanca de Trump, Mark Meadows, los abogados Rudy Giuliani, Sidney Powell, Jenna Ellis, Kenneth Chesebro, Jeff Clark y John Eastman, entre otros. La inculpación de Georgia abarca a 19 personas en total. Todos conservadores.
La acusación a Trump se basa en 13 cargos, incluida la violación de la Ley RICO de Georgia, la conspiración para cometer suplantación de identidad de un funcionario público, conspiración para cometer falsificación en primer grado y conspiración para cometer declaraciones y escritos falsos.
Trump dará a conocer «evidencia irrefutable»
Según cita el diario The Political Insider y otros medios, Trump dará a conocer “evidencia irrefutable” que posee su equipo legal y que -afirma él- conducirá a la “exoneración total” en el caso de Georgia.
Trump insiste en que hubo un fraude generalizado en las elecciones presidenciales de 2020 y acusa de alta corrupción al Departamento de Justicia que dirige ahora Merrick Garland.
El informe debe presentarse el lunes en una conferencia de prensa desde su campo de golf de Bedminster en Nueva Jersey.
“Con base en los resultados de este informe conclusivo, se deben retirar todos los cargos en mi contra [y] otros. ¡Habrá una EXONERACIÓN completa!” escribió Trump en su red social Truth Social.
“Nunca han perseguido a quienes manipularon las elecciones presidenciales de 2020”, afirmó. “¡Sólo persiguen a los que lucharon para encontrar la verdad!”, agregó.
Representantes y senadores republicanos, junto a los partidarios del exmandatario fustigaron la nueva acusación en Georgia como una prueba más de que “los fiscales deshonestos y el DOJ tratan de interferir en las elecciones presidenciales de 2024”.
Acusaciones a Trump contra descalabro de Biden
Trump también señaló que las acciones de la fiscal de distrito del condado de Fulton, Fani Willis, tienen claras motivaciones políticas.
“Esta acusación de inspiración política, que podría haberse presentado hace casi tres años, fue diseñada para colocarse justo en medio de mi campaña política”, dijo en un comunicado.
De manera muy coincidente, Willis lanzó su propio sitio web para la campaña de reelección de 2023 y envió correos electrónicos de recaudación de fondos a sus seguidores, días antes del anuncio de sus cargos contra Trump.
Karoline Leavitt, portavoz del movimiento creado por Trump, Make America Great Again Inc., criticó duramente a Willis.
“Fani Willis se une a Merrick Garland, Jack Smith y Alvin Bragg en el Club de Fiscales Demócratas Progresistas, cuyo único objetivo es arrestar a Donald Trump y evitar que esté en la boleta electoral contra Joe Biden”, afirmó.
Leavitt prometió que Trump “seguirá ejerciendo su fortaleza de líder indisctutible contra este abuso de poder sin precedentes, mientras el público estadounidense continúa sumándose a su alrededor con más fuerza y más entusiasmo que nunca”.
Las acusaciones surgen -otra vez- en momentos de un fuerte impacto negativo para Joe Biden en distintas áreas, además de su continuado descenso en las encuestas.
Entre otros asuntos, se encuentran en un punto clave el aumento y la agudización de las investigaciones por parte de los republicanos en la Cámara de Representantes a su hijo, Hunter Biden, junto al rechazo de una jueza federal a sus acuerdos con la fiscalía por apenas tres cargos federales, después de casi cinco años de pesquisas y “una vida cargada de delitos” como denunciaron decenas de legisladores en el Congreso en Washington, exfiscales y expertos conservadores.
Hunter Biden ha sido vinculado a varios escándalos de corrupción con un alto riesgo para la seguridad nacional de EEUU, revelados por diversos medios nacionales de prensa, y que el Departamento de Justicia de la administración Biden ha tratado -por todos los medios- de encubrir.
Otros temas resaltan en el ámbito político actual: el segundo aniversario de la caótica salida de las tropas estadounidenses de Afganistán, la tragedia en Hawai con más de 95 muertos, el aumento de la inflación en julio tras más de dos años unido al 90% de los índices económicos en rojo y el constante descenso de las encuestas; el descontrol en la frontera tras casi tres años, los escasos resultados de la contraofensiva ucraniana contra el ejército ruso, una guerra costeada con casi 200.000 millones de dólares por los contribuyentes norteamericanos [cuya mayoría desaprueba] y el incremento de las tensiones y el terrorismo a nivel internacional.
En sentido general, Biden, a pesar de sus sonrisas en público, se encuentra sobre una enorme válvula de presión junto a su hijo, que los asesores en la Casa Blanca y el nuevo Partido Demócrata intentan que no estalle. De ahí los comentarios que se filtran desde la residencia presidencial que dan cuenta de insultos del Presidente a varios de sus empleados cercanos como parte de su frustración.
Varios miembros de su gabinete y de su equipo de prensa renunciaron entre mediados de 2022 y lo que va de 2023, entre ellos destacan dos figuras en puestos determinantes: su principal asesor económico, Brian Deese, y la principal asesora de política nacional, Susan Rice.
Precandidato presidencial Ramaswamy y equipo legal de Trump
A la batalla de acoso y persecución política que enfrenta Trump se le ha unido con mayor fuerza el precandidato presidencial republicano, Vivek Ramaswamy, quien además alcanzó en una última encuesta de Kaplan Strategies con un 12% al oponente más cercano a Trump, Ron DeSantis. Otra de Harvard Harris, realizada la semana pasada, le daba un 10%.
Ramaswamy, un connotado empresario en biotecnología, también se ofreció a redactar un documento para proporcionar información a la Justicia en defensa de Trump, sobre lo que describe como una “violación constitucional de los derechos al debido proceso”.
“Los fiscales no deberían decidir las elecciones presidenciales de EEUU, y si son tan entusiastas que cometen violaciones constitucionales, entonces los casos deberían desestimarse [y] deberían ellos rendir cuentas”.
Una declaración emitida por los abogados del expresidente Trump hace énfasis en que “los hechos que se han desarrollado hoy (martes 15 de agosto) han sido impactantes y absurdos. Comenzaron desde el día antes con la filtración de una acusación presunta y prematura antes de la declaración de los testigos y antes de que los miembros del gran jurado hubieran deliberado. Terminaron en que el Fiscal de Distrito no ha podido ofrecer ninguna explicación”.
“Esta presentación unilateral del gran jurado se basó en testigos que albergan sus propios intereses personales y políticos, algunos de los cuales realizaron campañas de promoción contra los acusados y/o se beneficiaron de acuerdos de libros y oportunidades de empleo como resultado”, añade el texto de los abogados.
Momentos después de dar a conocer “el cuarto caso judicial de interferencia electoral contra Trump”, se acentuaron las reacciones del expresidente y su equipo de campaña.
“La justicia y el estado de derecho están oficialmente muertos en Estados Unidos”, argumentó el exmandatario.
“Esto marca el cuarto acto de interferencia electoral y abuso de poder por parte de Joe Biden y los demócratas comunistas que están destruyendo absolutamente nuestro país”, agregó.
Y hasta Malik Obama, el medio hermano mayor del expresidente Obama, declaró a Breitbart News que apoya de todo corazón a Trump para las elecciones de 2024.
Malika Obama envió un tuit en X que decía “F… BIDEN”, acompañado de una foto de él sonriendo y con una gorra roja con el mismo eslogan en letras blancas.
Por su parte, la campaña del Presidente 45 de EEUU declaró:
Los últimos cargos penales son un ataque con motivaciones políticas lanzado por la “activista demócrata” Willis.
Willis, indicó el comunicado, “se jactó ante los medios de comunicación de izquierda sobre sus esfuerzos para derribar a Trump” y “recaudó la gran mayoría de los fondos de su campaña al promover su investigación electoral en las redes sociales”.
La investigación del fiscal de distrito está “comprometida por una conducta poco ética y un sesgo político”, agregó el documento emitido a la prensa.
Nuevamente, representantes y senadores republicanos cierran filas en apoyo a Trump y contra las acciones de fiscales del Departamento de Justicia.
El senador de Texas Ted Cruz indicó que “la última acusación de Trump en Georgia se publicó prematuramente en línea, se anunció en una conferencia de prensa nocturna y cita un “discurso de victoria” de la noche de las elecciones como el primer acto de una conspiración.
Un espectáculo tercermundista llevado a cabo por una fiscal local con ambiciones políticas que superan con creces su profesionalidad”.
El senador de Florida Marco Rubio escribió: «Esta es una conducta del gobierno INDIGNANTE y es una base muy legítima para considerar que todo el proceso del Gran Jurado está viciado y corrompido.
¡¡¡MOCIÓN PARA DESESTIMAR!!!”
Por su parte el representante también floridano Matt Gaetz puntualizó: “La acusación de hoy es sólo el último ataque político en la CAZA DE BRUJAS de los demócratas contra el presidente Trump.
¡No hizo nada malo!”
Mientras, el representante Jim Jordan comentó: “Hace solo unos días, Fani Willis lanzó su nuevo sitio web de recaudación de fondos para capitalizar su acusación ilegal del presidente Trump.
Fani tiene grandes ambiciones en el Partido Demócrata. Está abusando de la ley y de su cargo para hacerse un nombre.
¡QUITARLA!”
La representante de Georgia Marjorie Taylor Greene acotó: “Ahora tenemos fiscales que publican acusaciones incluso antes de que sean votadas por los grandes jurados. No existe tal cosa como la justicia en este país. Todo el sistema ha sido armado y Fanni Willis debería ser relevada de su cargo”.
El representante por Pennsylvania Guy Reschenthaler “Cosas que de alguna manera no son ilegales:
Tomar 20 millones de dólares en efectivo de China, Rusia, Ucrania, Kazajstán y Rumania mientras usted era el vicepresidente en funciones. Eso no es ilegal».
Así, la lista abarca varias decenas de legisladores del Congreso en Washington que repudian y condenan todas las acusaciones contra el candidato republicano favorito para la presidenciales de noviembre 2024.
El expresidente no sólo es víctima de las acciones de la izquierda y de la extrema izquierda en EEUU, sino que fiscales «progresistas» (socialistas) o en busca de beneficiarse de esa tendencia utilizan las imputaciones a Trump como parte de sus campañas políticas de reelección.
Por tales razones, los jueces y los fiscales no deberían obtener sus puestos mediante el sufragio electoral, sino por jurados competentes designados por las Cortes Supremas estatales y donde demuestren -en convocatoria- su integridad y valor profesional, verdaderamente comprometidos con la Justicia y no dentro de un ruedo como políticos en busca de fondos de gratitud de campaña y votos, algo que genera corrupción tarde o temprano.
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