Con la promesa de «destruir por completo el deep state (estado profundo)» y evitar una tercera guerra mundial si vuelve a la Casa Blanca, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, clausuró la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), que se llevó a cabo entre el miércoles y este sábado en el Centro de Convenciones del National Harbor, en las afueras de Washington.
Entre aplausos, el exmandatario republicano se refirió a la presunta red oculta de individuos influyentes en el gobierno y en otros sectores de poder, que se cree que operan detrás de escena y trabajan en conjunto para imponer una agenda particular.
«Destruiré por completo el estado profundo. Despediré a los burócratas que nadie eligió y a las fuerzas que operan en la sombra […] Pondré a la gente de nuevo al frente. La gente volverá a tener el poder en nuestro país. La Administración Biden es la administración más corrupta en la historia de Estados Unidos».
«¿Dónde está Hunter Biden?»
Justamente al referirse al actual presidente de la nación no pudo evitar recordar el escándalo en torno a la computadora de su hijo Hunter Biden. Fue entonces cuando Trump aprovechó parte de su discurso de una hora y 45 minutos frente a los asistentes a la CPAC para lanzar una evidente burla.
«Habrá habido un momento cuando Hunter le dijo: ‘Papá, tenemos un problema […] dejé mi laptop en una tiene de reparación’. Y Joe lo miró y le preguntó: ‘¿Qué hay ahí, hijo? ¿Qué hay ahí?’. Y Hunter volteó y le respondió: ‘Cada uno de los crímenes que has cometido papá’».
Crítica interna al Partido Republicano
En el mismo tono en el que Donald Trump cuestionó al deep state y al Gobierno de Biden también se refirió a una facción de su organización política. «Teníamos un Partido Republicano que estaba gobernado por enfermos, neoconservadores, globalistas, fanáticos de la frontera abierta y tontos, pero nunca volveremos al partido de Paul Ryan, Karl Rove y Jeb Bush», en referencia a antiguos dirigentes de los republicanos destacados por su moderación (Ryan fue presidente de la Cámara Baja, Rove fue asesor del expresidente George W. Bush y Jeb Bush fue gobernador de Florida).
En contraste, lamentó que los demócratas sí han sabido mantenerse unidos. Esta es la razón que explicaría que después del escándalo de la computadora de Hunter Biden el partido mantenga intacto su respaldo al presidente y su hijo no haya ido a la cárcel.
«Los demócratas permanecen unidos, no tienen un Mitt Romney, no tienen valores», aseguró en referencia al excandidato presidencial republicano y senador por Utah que durante su mandato lideró el ala antitrumpista dentro de los republicanos.
Evitar una tercera guerra mundial
El exmandatario que ya en noviembre anunció su aspiración a obtener la nominación republicana para las presidenciales de 2024 no solo prometió destruir el deep state, atajar la inflación y combatir la ideología de género sino que también aseguró que su eventual regreso a la Casa Blanca evitaría un tercera guerra mundial, no sin antes aprovechar de recordar que ha sido «el único presidente en la historia moderna que no empezó nuevas guerras» y, por el contrario, terminó algunas viejas.
En este sentido, Trump aseguró que muy probablemente el presidente ruso, Vladímir Putin, inició la guerra contra Ucrania cuando vio que él ya no estaba en la presidencia. «Yo estoy aquí hoy y soy el único candidato que puede prometer prevenir muy fácilmente una tercera guerra mundial, muy fácilmente», sentenció.
Entre amigos y enemigos
El expresidente brasileño, Jair Bolsonaro, y su hijo, el diputado Eduardo Bolsonaro, escucharon entre el público la alocución de Trump luego de ellos haber intervenido. Incluso el líder republicano los saludó y dijo que era «un gran honor» contar con su asistencia.
Pero para sus adversarios la dedicación fue otra:
«Nuestros enemigos son lunáticos y maníacos. No pueden soportar que no me controlan… ¡y nunca jamás me controlarán y, por lo tanto, nunca jamás te controlarán a ti!»
El aspirante a volver a la Casa Blanca dijo que esta es «la batalla final» y «ellos los saben». Por tal motivo, lanzó una advertencia a sus votantes: «O ganan ellos, o ganamos nosotros y si ganan ellos, ya no tendremos país».