El Partido Demócrata ha pasado de ser socialdemócrata a tener integrantes abiertamente socialistas. Para varios críticos esto incluye a la aspirante a la vicepresidencia: Kamala Harris.
Y Donald Trump aprovecha la situación para desmarcarse aún más de sus rivales. Frente a miles de sus seguidores anunció en Carolina del Norte: «Nunca seremos una nación socialista».
Esto mismo prometió al inicio de su campaña, cuando estuvo frente a la comunidad hispana de Florida.
Mientras tanto, sus opositores han radicalizado aún más hacia la izquierda su agenda y su discurso. Por medio de un video promocional, la aspirante demócrata a la vicepresidencia anunció: «Todos debemos terminar en el mismo lugar».
Es decir, no solo igualdad de oportunidades, sino también de resultados.
«Los marxistas no podrían estar más de acuerdo», replicó el director ejecutivo de la Fundación para el Progreso de Chile, Axel Kaiser.
Este criterio fue compartido por muchos. Según el economista del Instituto Manhattan, Brian Riedl, las propuestas de Harris equivalen a más de 40 billones de dólares. Eso implica 280 000 dólares de deuda acumulada por cada contribuyente de EE.UU., a lo largo de 10 años.
Por ello y más, Trump advirtió a sus partidarios que «quieren robarles a sus hijos su sueño americano».
El mandatario estadounidense afirmó que si Biden gana, el «control» se entregará a «globalistas, socialistas, comunistas» y otros «que quieren silenciarlo, censurarlo, cancelarlo y castigarlo».
«Si quieren que se respeten sus valores, si quieren ser tratados con honor, dignidad y respeto… les pido que salgan mañana… o antes… y voten», exclamó en un reciente encuentro con los votantes e insistió que esta es «la elección más importante en la historia de nuestro país».
«No todos los demócratas son socialistas, pero todos los socialistas son demócratas»
Frente a un público mayormente hispano, el senador cubanoamericano Marco Rubio hizo campaña por Trump en Opa-Locka, Florida.
Contrario a la agenda de división propugnada por la izquierda política, Rubio gritó: «Este presidente se ha unido esta noche, en un solo lugar, en un momento, gente unida por una cosa: ¡Son estadounidenses orgullosos!».
Rubio se dirigió a familias inmigrantes que abandonaron países socialistas o comunistas y dijo: Una de las cosas que une a tanta gente aquí, vinieron a este país porque perdieron su tierra natal, y la perdieron por algo que se llama socialismo.
Resaltó como la gente se sube a balsas para escapar del socialismo y corre el riesgo de ser devorada por tiburones. Dejan atrás sus hogares, sus familias, sus seres queridos, toda su vida.
«¡No vamos a traer a este país las cosas de las que huye la gente!», gritó.
Y sentenció: «No todos los demócratas son socialistas, ¡pero todos los socialistas son demócratas!».
Rubio concluyó: «Las mejores elecciones son las que son una opción clara. Esta elección es una elección clara… Nunca seremos un país socialista».
Este ha sido el discurso que ha mantenido la administración Trump. También desde Florida, Ivanka Trump se dirigió directamente a los exiliados de Cuba, Venezuela y Nicaragua para asegurar que la voluntad de su padre es que cumplan su destino.
Como demostración de su accionar, destacó como Trump puso fin al pacto entre la administración Obama-Biden y el régimen comunista de los Castro en Cuba.
Ivanka señaló como el Partido Demócrata no es lo que solía ser y como sus planes se han vuelto tan abiertamente socialistas.
Como alternativa para todo aquellos que migran a los EE.UU., sobre todo los exiliados de regímenes totalitarios, la administración Trump ofrece mantener a EE.UU. como el lugar donde se cumple el sueño americano, no la utopía socialista.
Fuente: PanamPost