NUEVA YORK — El expresidente Donald Trump se encamina en estos momentos hacia las reformas urgentes dentro del Comité Nacional Republicano ante un liderazgo calificado de erróneo y débil frente a la ola de ataques y campañas de la extrema izquierda en Estados Unidos y a pocos meses de las elecciones presidenciales de noviembre.
Trump y los líderes conservadores se encuentran en plena campaña electoral frente a la cada vez más cercana nominación oficial del exmandatario como candidato republicano a la Casa Blanca.
La presidenta del Comité Nacional Republicano, Ronna McDaniel, dejará su cargo el 8 de marzo, cuando Trump es prácticamente ya el candidato presidencial republicano, después de otra aplastante victoria el fin de semana en Carolina del Sur, el estado natal de Nikki Haley y donde fue gobernadora por 7 años.
McDaniel anunció su decisión el lunes por la mañana en un comunicado.
Trump ganó el doble de los votos que ningún otro candidato republicano en la historia electoral de ese sureño estado y ocurre después de convertirse en el único precandidato presidencial en ganar los caucus de Iowa y New Hampshire. Nadie antes había podido llevarse ambos, lo que demuestras la solidez del liderazgo de Trump entre los conservadores a pocos meses de las elecciones de noviembre de 2024.
“He decidido renunciar en nuestra Formación de Primavera el 8 de marzo en Houston para permitir que nuestro candidato elija un presidente de su elección”, manifestó McDaniel en el comunicado.
“El CNR ha experimentado cambios en el pasado una vez que tenemos un candidato, y siempre ha sido mi intención cumplir esa tradición”, acotó.
Reformas en el Comité Nacional Republicano
La medida no fue una sorpresa. Trump anunció a principios de mes su preferencia por el presidente del Partido Republicano de Carolina del Norte, Michael Whatley, un político experimentado en los últimos años se ha centrado en impulsar los valores conservadores por encima de tendencias tibias dentro de la organización, además de enumerar sus diferencias con McDaniel en el manejo de diversos asuntos.
La copresidenta sería Lara Trump, nuera del exmandatario y que cuenta con el respaldo de la mayoría conservadora.
McDaniel, de 50 años, era una firme defensora del expresidente y ayudó a moldear el Partido Republicano, pero en los últimos dos años su postura en algunos temas recibió una lluvia de críticas, sobre todo por su posición pasiva frente a los ataques de la izquierda sobre la «supuesta derrota de Trump en 2020» bajo muchas irregularidades y dudas acerca de la confiabilidad del sistema electoral, además de errores en los comicios de medio término.
La reestructuración del liderazgo se produce cuando el Partido Republicano pasa de la fase primaria a las elecciones generales de la contienda presidencial de 2024.
Todos las acusaciones y acoso político despiado contra el expresidente republicano se han convertido en la mejor arma de Trump, con un respaldo histórico a un candidato que busca la Presidencia otra vez.
Si bien la exgobernadora, Nikki Haley, permanece en las primarias a modo de resistencia u obstáculo sin sentido, Trump ha ganado todos los estados en el calendario de primarias y podría asegurarse la candidatura republicana a mediados de marzo en el llamado «Súpermartes».
Inminente nominación de Trump
Trump no podía hacer cambios de liderazgo sin el respaldo formal del órgano de gobierno de 168 miembros del CNR, pero McDaniel tuvo que aceptar las peticiones de renuncia cuando Trump se encuentra a las puertas de ser el candidato presidencial del partido, con una más que sobrada popularidad entre los activistas del partido.
Se espera que los miembros del comité de todo el país aprueben la decisión de Trump en marzo.
McDaniel fue la líder con más años de servicio en el comité desde la Guerra Civil. Sobrina del senador de Utah Mitt Romney y expresidenta del Partido Republicano de Michigan, fue la elección elegida por Trump para encabezar liderar el CNR poco después de las elecciones de 2016. Su perfil como madre de los suburbios también se consideró útil cuando el partido luchaba por atraer a las mujeres de los suburbios durante el mandato de Trump.
A medida que Trump se fortalece y su tercera nominación presidencial es inminente, los conservadores han emprendido visibles medidas para dirigir los recursos y las acciones del partido en torno a su campaña, frente al descrédito, la incapacidad mental y la impopularidad de Joe Biden, el presidente con el peor respaldo en la historia de Estados Unidos y sólo comparable con el caótico gobierno de Jimmy Carter.
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