El pasado 11 de mayo, el presidente encargado de Venezuela Juan Guaidó propuso retomar negociaciones con el régimen de Nicolás Maduro. Entre los puntos medulares del nuevo diálogo estaría la concreción de un cronograma de elecciones tanto regionales como presidenciales «justas y libres», a cambio del «levantamiento progresivo» de las sanciones internacionales que pesan sobre la dictadura.
«Venezuela necesita un acuerdo de salvación nacional… que debe darse entre las fuerzas democráticas (…) los actores que conforman y sostienen al régimen y la comunidad internacional», explicó Guaidó en ese momento a través de sus redes sociales.
Agregó que, como parte del proceso, la comunidad internacional se ha comprometido a «ofrecer incentivos al régimen, incluyendo el levantamiento progresivo de sanciones condicionado, por supuesto, al cumplimiento de los objetivos fundamentales del acuerdo», añadió.
Guaidó pidió en su mensaje un «acuerdo que incluya (…) la convocatoria de un cronograma de elecciones libres y justas: la presidencial, parlamentarias, regionales y municipales con observación y respaldo internacional».
En agosto de 2019, Maduro abandonó el diálog promovido por Noruega, en rechazo a las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos. Posteriormente, Maduro inició conversaciones con otros sectores de la oposición, que no están vinculados con Guaidó. El líder opositor calificó dichas negociaciones como una «burla».
Recientemente, la Asamblea Nacional (AN) chavista designó una nueva directiva del Consejo Nacional Electoral (CNE), que está conformada por cinco directores, dos de ellos ligados a la oposición.
Fuente: Diario las Américas