El dictador venezolano, Nicolás Maduro, dio luz verde a la creación del «Consejo Nacional de Ciberseguridad», una iniciativa que se suma a las medidas de radicalización de su régimen tras la derrota electoral sufrida el pasado 28 de julio ante al candidato presidencial opositor Edmundo González Urrutia.
La creación de la entidad se formalizó el pasado 12 de agosto a través de la publicación de la Gaceta Oficial de Venezuela número 42.939. En la misma se detalla que el organismo se encargará de estructurar una «una red de vigilancia durante 24 horas de incidentes telemáticos» que ocurran en el país.
El argumento para dar pie a esta medida recae en la argumentación difundida por el chavismo de que durante los comicios presidenciales de julio el sistema electoral del país sufrió un intento de «hackeo» organizado por actores de la oposición con miras a suplantar los resultados reales de la misma. Las cifras oficiales divulgadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE) dieron ganador a Maduro con cerca del 52% de los votos escrutados, un escenario que ha sido calificado como un «fraude» por la disidencia venezolana.
A tres semanas de las elecciones el régimen de Maduro aún no ha mostrado las actas electorales que validan su supuesta victoria aquel día, mientras que la oposición, encabezada por González Urrutia y María Corina Machado, ha habilitado un portal web en el que se puede acceder públicamente a dichos registros desagregados por cada mesa electoral del país y en donde se acredita la holgada victoria del abanderado opositor frente a Maduro.
La bestial arremetida poselectoral
La andanada represiva desatada por Maduro, con cuerpos de seguridad como el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) y la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) a la cabeza, ha dejado hasta el momento un total de 1503 arrestos verificados, de los cuales 129 son adolescentes y 200 son mujeres, de acuerdo a información publicada recientemente por la oenegé de Derechos Humanos Foro Penal.
La arremetida contra la oposición en el país también se ha trasladado al campo de la opinión pública, con medios prácticamente silenciados tras la consumación del fraude electoral de Maduro y en donde el dictador incluso decidió arbitrariamente suspender el funcionamiento de la red social X, siendo ésta un medio muy utilizado por los venezolanos para informarse y emitir opiniones políticas.
En el caso del Consejo Nacional de Ciberseguridad, Maduro ha dicho que su objetivo no es otro más que el de «prevenir, mitigar y controlar» posibles delitos que se pretendan cometer en la esfera virtual contra la Revolución Bolivariana.
Otra de las funciones atribuidas al recién creado organismo indica que éste tendrá la facultad de asesorar a la presidencia de la República en cuanto a la «política nacional de ciberseguridad», a la vez que podrá proponer «regulaciones, leyes o reglamentos» en esta materia, lo cual augura un porvenir con cada vez más censura en la nación sudamericana.