El destructor estadounidense USS Nitze navegó este martes por aguas internacionales del mar Caribe que el régimen venezolano de Nicolás Maduro reclama como propias, en el marco de una “operación de libertad de navegación”, según informó el Comando Sur de los Estados Unidos.
El buque de la clase Arleigh Burke se mantuvo por fuera de las 12 millas náuticas (unos 22 kilómetros) que marcan el límite de las aguas jurisdiccionales venezolanas, y luego atravesó un área que la dictadura reclama como propia, a pesar de no tener un control efectivo, y que esto es inconsistente con el derecho internacional, señaló el comunicado oficial.
El reporte no deja en claro en qué zona del Caribe ocurrió la navegación del USS Nitze ni cuál es el reclamo ilegal al que hace referencia, aunque Venezuela mantiene aún límites sin definir con Colombia, Dominica, San Cristóbal y Nieves y el Reino Unido, a través de la isla de Montserrat. El país tiene también una frontera marítima con los Estados Unidos, a través de Puerto Rico y las Islas Vírgenes, aunque estos límites están resueltos.
De acuerdo con el portal de monitoreo naval en tiempo real MarineTraffic, el USS Nitze se encontraba al momento en aguas internacionales del mar Caribe, específicamente a unos 60 kilómetros de la costa de Venezuela y unos 30 kilómetros de las islas de Bonaire y Curazao, pertenecientes a los Países Bajos. Su historial de navegación muestra que horas antes llegó a acercarse a unos 30 kilómetros de la costa venezolana, frente a las ciudades de San Juan de Los Cayos y Aguide, en el estado de Falcón.
Las naves de guerra de la marina estadounidense rutinariamente realizan estas “operaciones de libertad de navegación” en aguas internacionales de todo el mundo, en especial en el Pacífico, donde China ha estado en los últimos años reclamando más espacios a costa de sus vecinos.Estas misiones, conocidas como FONOPS (Freedom of Navigation Operations) en la jerga del Departamento de Defensa de Estados Unidos, consisten en ejercer el derecho a la libre navegación en aguas internacionales de acuerdo con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar firmada en 1982, aún si un Estado reclama esas aguas como propias.
No era usual que esto ocurriera en el mar del Caribe, sin embargo, aunque desde comienzos de 2020 la presencia de buques de la Marina y la Guardia Costera de Estados Unidos ha aumentado en la zona en el marco de la operación antinarcóticos lanzada por el presidente Donald Trump y que tiene al Cartel de los Soles, vinculado con el régimen venezolano, como uno de sus principales objetivos.
Las aguas frente a Venezuela también han visto recientemente la llegada de numerosos barcos petroleros iraníes cargados con crudo, en un intento de paliar la grave escasez de combustible en el país sudamericano, a pesar de que cuenta con una de las reservas de petróleo más grandes del mundo.
“Los Estados Unidos seguirán volando, navegando y operando donde sea que el derecho internacional lo permita, preservando los derechos, libertades y usos legales del mar y el espacio aéreo garantizado a todas las naciones”, indicó el almirante Craig Faller, comandante del Comando Sur, en el comunicado oficial.
“Estas libertades son la piedra fundacional de nuestros continuos esfuerzos en materia de seguridad, y esenciales para la estabilidad y la paz regionales”, indicó.
El USS Nitze (código DDG94) empleado en la misión de este lunes es un destructor multimisión y polivalente preparado para realizar acciones ofensivas y defensivas. Está armado con misiles guiados para entrar en combate con otros buques, avanzados sistemas de defensa antiaérea y medios de ataque contra submarinos, entre otros elementos.
Los destructores clase Arleigh Burke tienen un desplazamiento aproximado es de 9.000 toneladas, con una eslora de 153 metros y una manga de 18 metros. En tanto están tripulados por unos 330 marinos y oficiales, y su velocidad máxima es de unos 30 nudos (unos 55 kilómetros por hora).