Jorge Glas, exvicepresidente de Ecuador, estuvo preso por corrupción, fue excarcelado y su caso causó profunda indignación en la nación sudamericana por cómo reflejó la fragilidad del sistema judicial e incluso un presunto pacto entre el Gobierno de Guillermo Lasso y el correísmo para lograr la gobernabilidad (ya que tiene minoría en el poder legislativo).
Bastó un habeas corpus emitido por un juez provincial para poner patas arriba al sistema judicial del país, una acción que desató una ola de liberaciones de criminales convictos en todo el Ecuador debido a la efectividad del recurso legal.
Sin embargo, ahora podría revertirse la tendencia. Una apelación podría devolverlo a prisión. El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes (SNAI) apeló el caso porque el habeas corpus demuestra «una inobservancia de los principios de tutela judicial, jurisdicción y de prueba»… y es, señaló, «un abuso de esta acción constitucional».
La apelación fue admitida este martes por el juez Víctor Echeverría, que pidió enviar el expediente original a la Corte de Justicia de Santa Elena, provincia donde fue emitido el habeas corpus.
A partir de dicha fecha, la corte provincial tiene ocho días para resolver el recurso. El mismo día que fue admitida la apelación al habeas corpus que le dio libertad condicional, Glas se presentó ante el Tribunal Provincial del Guayas y ratificó su inocencia, aunque el proceso judicial continúa.
«Se ha pedido que los jueces de la Corte Provincial de Santa Elena (quienes conocerán la apelación) actúen y resuelvan el recurso conforme y de acuerdo a los principios básicos que rigen el sistema de justicia», explicó el SNAI.
La explicación del alcance de la apelación
La dupla de abogados constitucionalistas, socios entre sí, Rafael Oyarte e Ismael Quintana, ha explicado el alcance de la apelación y ha detallado que el habeas corpus no determina la inocencia o culpabilidad de una persona.
Quintana afirmó que Glas no es inocente (fue sentenciado y condenado) y que lo que permite el habeas corpus es la forma en la que cumple la pena (fuera o no de la cárcel). El exvicepresidente bajo Rafael Correa y luego Lenin Moreno mantiene dos sentencias condenatorias ejecutoriadas y, por tanto, no es inocente.
Así, no podría ser candidato político, pues pierde sus derechos políticos mientras siga vigente la sentencia condenatoria ejecutoriada. «El artículo 113 de la Constitución inhabilita perpetuamente al condenado», aseguró Quintana.
Es decir, incluso cuando ya cumpla su sentencia no puede volver a ejercer como candidato en la esfera política (el artículo 233 de la Constitución limita sus derechos políticos por completo).
«Jorge Glas ha perdido el ejercicio de todos los derechos políticos. Es decir, no puede elegir, no puede ser elegido, tampoco puede desempeñar ningún cargo público y no puede ejercer ninguno de los derechos consagrados en el artículo 61 de la Constitución», detalló Quintana.
Las condenas de Glas
En la trama de la constrictora brasilera involucrada en escándalos de corrupción a nivel regional, Odebrecht, Glas fue condenado a seis años de prisión por un delito de asociación ilícita.
Asimismo, en el año 2020 fue condenado a ocho años de cárcel por un delito de cohecho (que consiste de sobornar a un funcionario público) en el caso Sobornos, junto al expresidente Rafael Correa y alrededor de una veintena de miembros del gabinete, incluyendo ministros y asesores.
Las dos condenas fueron ratificadas en tres instancias judiciales (en la justicia ecuatoriana se denomina “ejecutoriadas”).
Además, pesa contra Glas una sentencia a ocho años de prisión por peculado en el caso Singue. En total, siete personas fueron sentenciadas por el delito (divididos entre cómplices y coautores) y Glas fue señalado como autor. También están comprometidos los exministros de Energía Carlos Pareja Yannuzzelli y Wilson Pástor. Pero todavía no está el fallo en firme (el próximo 11 de mayo está prevista la fecha de la audiencia para apelar a esa condena). Mientras se resuelve dicho caso, los jueces del Tribunal Provincial de Santa Elena deberán determinar si Glas espera su sentencia en la cárcel o no.
El desenlace será crucial para el Gobierno de Guillermo Lasso porque desmontaría las acusaciones en su contra por pactar con el correísmo para lograr la gobernabilidad. Para muchos, el hecho de que haya permitido a Glas salir de la cárcel ya es demasiado.
Fuente: La Gaceta e la Iberosfera