La cercanía del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), con el dictador cubano, Miguel Díaz-Canel, escala con pasos estratégicos de acuerdo con el interés político e ideológico de ambos. Así quedó demostrado al ejecutar una serie de deportaciones a la isla a cambio del envío de más médicos cubanos, justo antes de la visita de Díaz-Canel a tierras mexicanas.
El acuerdo ya es un hecho. Quedó sellado en la zona arqueológica de Edzná, de Campeche, donde se construye el Tren Maya entre irregularidades administrativas y –por cierto– con piedra triturada importada desde la provincia cubana de Cienfuegos. Un total de 61 médicos cubanos se sumaron la semana pasada a los 500 que se encuentran en México desde hace casi un año, y el convenio incluye la incorporación de más trabajadores de la salud provenientes de la isla.
En Campeche, AMLO condecoró con la orden Águila Azteca, en grado de Collar –la mayor distinción del país– al «excelentísimo señor Miguel Díaz-Canel Bermúdez». Ahí, en pleno Patrimonio Cultural de la Humanidad, López Obrador argumentó que la entrega representa un reconocimiento a los «méritos» de su par cubano por impulsar la relación de cooperación entre México y Cuba a un «nivel histórico de amistad y entendimiento».
Sin embargo, hay una absoluta conveniencia política en esta diplomacia de «mutuo beneficio» que los dos vociferan. AMLO promete liderar un movimiento regional para defender la soberanía de Cuba, que no es otra cosa que ayudar a mantener una dictadura que lleva más de seis décadas en el poder restringiendo todo tipo de libertades.
Van 232 cubanos deportados de México
La distinción de las «virtudes» de Díaz-Canel por parte de AMLO llega cuando el mandatario comunista intenta controlar la estampida de cubanos agobiados por la miseria, los apagones y pobreza.
La ayuda de México es clave para frenar la migración, considerando que los cruces se efectúan por la frontera sur de Estados Unidos. Las cifras de enero de la Patrulla Fronteriza lo confirman al arrojar que las detenciones de cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos cayeron 95 % en el primer mes de este año.
Según las estadísticas, el número promedio de detenciones de los migrantes de estas nacionalidades pasó de 1231 a tan solo 59. AMLO aporta a ese escenario. A horas de la llegada de Díaz-Canel a México autorizó la «repatriación» de 37 cubanos (ocho mujeres y 29 hombres) por vía aérea.
De ellos, 26 habían llegado a varios países centroamericanos de forma legal y, posteriormente, «se incorporaron a rutas irregulares para tratar de llegar a la frontera con Estados Unidos», según indicó 14ymedio. Los demás «salieron ilegalmente del país». Juntos engrosan la lista de cubanos expulsados de México que ascienden a 232 en lo que va de año.
AMLO, el nuevo salvavidas del castrismo
Cuba establece que «la migración debe ser regular, segura y ordenada» y AMLO está de acuerdo con La Habana porque la dictadura favorece a su gobierno con el envío de delegaciones de médicos desde la isla y la adquisición de la vacuna Abdala, una de las tres que ha desarrollado el castrismo contra el COVID-19.
«Nada de lo que hace el gobierno mexicano es producto de la casualidad ni una inocentada. Los cubanos que aún gobiernan la isla no pierden tiempo ni gastan turbosina en visitas de cortesía. Necesitan recursos, en divisas, para evitar nuevos levantamientos en Cuba», afirma el periodista mexicano Pablo Hiriart en su columna de El Financiero.
Díaz-Canel capitaliza las necesidades sanitarias de su par con negociaciones en efectivo para aumentar la misión de 500 médicos cubanos que se encuentran desde mayo del año pasado en México
Médicos cubanos, la caja chica de la dictadura
La contratación de estas brigadas ayuda financieramente al régimen cubano porque las delegaciones de médicos de la isla en el extranjero son la caja chica del castrismo. Hay pruebas. Hay testimonios del abuso, del trabajo forzoso. La Corte Penal Internacional (CPI) y la Organización de Naciones Unidas (ONU) lo saben. Tres organizaciones –Prisoners Defenders, Outreach Aid to the Americas y la Fundación Internacional para la Libertad (FIL)– lo afirman con evidencia.
Además, el legislador del Partido Acción Nacional (PAN), Julen Rementería, asegura que López Obrador «inventa causas, disfraza emergencias para insertar médicos cubanos en México». La maniobra le cuesta 256 millones de pesos, es decir, 433.000 pesos por cada médico cubano (USD 23000), mientras un profesional de la salud en México gana aproximadamente 17.000 pesos al mes. Sin embargo, cada médico cubano recibiría apenas unos 350 dólares porque «el 95 % de lo que se paga por ellos se lo queda el régimen», precisó el año pasado la diputada federal del PAN, Mariana Gómez del Campo, en declaración ofrecida a PanAm Post.