El gobierno uruguayo lanzó una batería de medidas para reactivar el sector turistico con incentivos fiscales y flexibilización en el pago de tarifas, aprovechando que la pandemia se encuentra provisoriamente controlada en su territorio. La reapertura será sólo local por el momento, ya que la reanudación de los lazos con la Argentina, y también con Brasil, recién lo analizarán en septiembre debido al alto contagio en ambos países.
Así lo planteó en diálogo con Clarín el ministro de Turismo de Uruguay, Germán Cardoso. “Para nosotros es muy importante Argentina a nivel turistico. Y seguimos muy atentos a la medidas que está tomando el gobierno. Las disposiciones adoptadas este viernes nos hace pensar que Argentina pueda controlar la situación en el mediano plazo. Pero por el avance de la pandemia, creemos que recién en septiembre podremos hacer una evaluación para la temporada de sol y playa”, afirmó.
Cardoso explicó que están poniendo en marcha la primera de tres fases en la que se dividirá la reactivación del rubro turístico: “La primera es una corta apuesta al incentivo del turimo interno, bajando los costos de funcionamiento en hotelería y gastronomía, con el objetivo de que la gente recupere la confianza”.
Hay que tener en cuenta que en Uruguay el rubro turístico representa casi el 8% del Producto Bruto Interno (PBI) del pais. Antes de la pandemia ocupaba el 11% de la población económicamente activa. Por eso el gobierno de Luis Lacalle Pou apunta a reactivarlo rápidamente.
“Hemos tomado una batería de medidas de sostenimiento del sector, que implica bajar los costos fijos que tienen los establecimientos hoteleros y gastronómicos, especialmente en servicios como energía, agua y aportes estatales”, agregó Cardoso.
Entre las medidas se destaca una que apuesta a estimular la apertura de puestos de trabajo. “Cada comercio del rubro que tome un trabajador nuevo o lo desafecte del seguro de desempleo tendrá un incentivo de entre 5.000 y 6.000 pesos (unos 180 dólares) de descuento en impuestos por trabajador”, explicó.
Otro punto importante es reducir el peso de las tarifas servicios sobre los comercios ligados al turismo, que suele ser muy alto. “Vamos a diferir el 70% del pago de tarifas de electricidad para el año que viene. Si el comercio pagaba mil pesos de luz, ahora sólo tendrá que abonar 300 y los otros 700 se transfiere para el año que viene y en 12 cuotas”, dijo el ministro uruguayo. Esto también comprenderá el pago de agua, que suele tener un fuerte impacto en los gastos fijos.
En Uruguay hay un costo muy alto que pagan los restaurantes y hoteles ligados al turismo conocido como “potencia de energía”, que se decidió levantarlo por este año. “Es un costo importante, así que los vamos exonerar por este año”, afirmó Cardoso.
Descartados Brasil y Argentina en el corto plazo debido al alto índice de contagios, el gobierno uruguayo está apostando ahora al turismo europeo. Esta semana la Unión Europea comenzó a analizar con qué países reabrirá sus fronteras exteriores, y uno de ellos es Uruguay debido al bajo nivel de Covid-19. Los contagios en Uruguay no llegan a mil, y esto garantiza que los europeos vuelvan a volar a su territorio.
“Estamos analizando la situación con los directivos de las grandes empresas aéreas y estamos manejando la posibilidad de reactivar el protocolo de ‘destino sano a destino sano’. Las compañías aéreas están demostrando interés en volver a volar a Uruguay. Es una oportunidad excelente y es probable que se en el mediano o corto plazo”, explicó a Clarín el ministro de Turismo uruguayo.
En cuanto a la reapertura del turismo local, señaló que se hará con un riguroso protocolo que puso en práctica el Ministerio.
Entre las numerosas medidas exigidas a hoteles, posadas y albergues figura la obligación de tomar temperatura a los huéspedes, clientes, empleados y proveedores; la utilización de barbijos y de productos sanitizantes para manos y calzados; la instalación de dispenser con alcohol en gel, y el reforzado de la limpieza de “puntos críticos” como escritorios, control remoto, teléfonos, picaportes, entre otros.
También hay un rubro destinado a la manipulación de alimentos, estipulando la protección adecuada y la desinfección.
“Vamos a generarle la garantía de higiene al usuario, pero fundamentalmente darle tranquilidad y certeza para recuperar su confianza”, apuntó Cardoso.
Fuente: El Clarín