Más de cinco millones de venezolanos han escapado del hambre y la persecución en Venezuela, que lleva dos décadas bajo el socialismo. De ellos, cerca de medio millón están en Ecuador y claman desde las calles, en particular los que piden caridad, que los ecuatorianos voten con conciencia, contra el socialismo del siglo XXI. Caso contrario, sufrirán lo mismo que los venezolanos.
PanAm Post se comunicó con uno de ellos, Edwin Morillo, padre de familia que salió de Venezuela cuando empezaron a faltar artículos de necesidad básica como toallas higiénicas para las mujeres de su familia.
En el debate presidencial Arauz acusó a Lasso de apelar al miedo por el caso venezolano, ¿el miedo es justificado?
¡Absolutamente! Estoy seguro de que todos los venezolanos en Ecuador están experimentando en este momento, una tensa inquietud bien fundada, ante la posibilidad del retorno de la pesadilla socialista del siglo XXI a Ecuador. En Venezuela, a finales del siglo pasado, mucha gente nos advirtió del peligro que representaba Chávez y su pensamiento de izquierda, y desatendimos estas advertencias con mucha soberbia.
“¡No somos Cuba, nunca seremos como Cuba!” solíamos decir muchos. Jamás pensamos que al final de la historia caeríamos a un nivel incluso más bajo que Cuba.
Esta gente (la de izquierda) no anda con juegos de niños, y sobre todo cuando van por el poder en el segundo intento (caso del correismo). Si llegan al poder por segunda vez, se aseguran que sea para siempre, y así será en Ecuador.
No sé ustedes, pero a mí me aterra esa idea.
Incontables venezolanos están con carteles llamando a ecuatorianos a votar con conciencia. ¿Existe una alternativa?
¡Existe una y solo una alternativa! ¡Esta es votar por Guillermo Lasso! El voto nulo o la abstención es en este caso, una estupidez mayúscula, incluso mayor que la de aquellos que votarán de manera suicida por la izquierda.
Pese a más de una década en socialismo, Ecuador nunca se convirtió en Venezuela, ¿podría pasar (al eliminar el dólar, por ejemplo)?
Hay muchos factores que protegieron al Ecuador de convertirse en otra Venezuela durante el gobierno de Correa, entre ellos, los mismos precios del petróleo que mantuvieron a Chávez por varios años como un proveedor de recursos a manos llenas y sin control.
Mientras hay dinero, la gente puede quejarse de muchas cosas, pero encuentra comida y lo que necesita para sus necesidades; cuando éste se acaba los descontentos y protestas se vuelven cada vez más constantes y con ellos viene la represión implacable con la que los gobiernos socialistas acostumbran a enfrentar la disidencia.
Otro factor importante ha sido la dolarización, una vacuna contra el impuesto de la inflación con la que nunca contamos los venezolanos y ustedes sí. El candidato del correísmo ha manifestado muchas veces que es contrario a la dolarización; justamente porque ésta le quita una de las principales armas de destrucción masiva que tienen los gobernantes: la manipulación del signo monetario. También ha manifestado sin ningún atisbo de vergüenza que quiere intervenir el Banco Central, para usar el dinero de los depositantes en inversión pública.
Chávez lo hizo, busquen en Google, “el millardito de Chávez”, lo cual en un país de mediana ilustración bastaría para que no sacara ni un solo voto. Sin embargo, sabemos que la educación está tomada por sindicatos de izquierda, (en el caso de Ecuador incluso maoístas). Así que sí, nuestras más temibles pesadillas podrían hacerse realidad si el socialismo del siglo XXI, representado por el candidato correísta, llega a la presidencia.
¿Cuál es su mensaje para los ecuatorianos frente a las elecciones?
Ecuador es una país maravilloso, y con muchísimo potencial desde muchos puntos de vista. Mi consejo para los ecuatorianos es que al decidir sobre el futuro de su país, no sean tan soberbios como para pensar que no cometerán los mismos errores de los venezolanos; piensen que cuando eligieron a Lenin Moreno, cometieron un error que solo por la gracia divina resultó en un gobierno de transición con un aire de libertad más o menos aceptable. Si gana el candidato del correísmo otra vez, sería el tercero y el último error que cometerán antes de la destrucción definitiva de su país.
«El hombre inteligente aprende de sus propios errores, el sabio aprende de los errores de los demás» — Arturo Adasme Vásquez.
Fuente: PanamPost