LA HABANA.- El único país de América Latina menos democrático que Cuba es Venezuela, según el informe de la Unidad de Inteligencia del diario británico The Economist sobre la calidad de la democracia en el mundo en 2022.
El reporte muestra que, a nivel mundial, la democracia retrocede de manera alarmante y ese retroceso es aún más crítico en América Latina. El subcontinente evidenció el mayor desplome mostrado por cualquier región desde 2006, cuando la Unidad de Inteligencia del medio británico comenzó a publicar su Índice de Democracia.
En América Latina, la puntuación que otorga la Unidad de Inteligencia del medio británico, sobre 10 puntos, cayó de un promedio de 5,83 en 2021 a 5,79 en 2022. El 45 % de la población latinoamericana no reside en una democracia, sino bajo algún tipo de régimen híbrido o autoritario, de acuerdo al estudio. Apenas 4% de los latinoamericanos vive en una democracia plena.
Según el índice confeccionado por la Unidad de Inteligencia de The Economist, Uruguay es el más democrático de los 24 países que integran el subcontinente, con 8,85 puntos sobre 10. Las otras naciones que constituyen democracias plenas en la región son Costa Rica (8,7) y Chile (7,92). Esta última ascendió a esa categoría, tras descender en 2021 a la de «democracia imperfecta».
En el fondo de la lista está Cuba con apenas 2,59 unidades. Aparece incluso por debajo de Haití (3,48) y Nicaragua (2,59).
El único país calificado peor que Cuba es Venezuela, que recibió 2,11 puntos.
Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela son los países latinoamericanos con gobiernos que la Unidad de Inteligencia de The Economist califica como autoritarios.
Apenas 15 días atrás, el Centro de Estudios Internacionales de la Pontificia Universidad Católica de Chile (Ceiuc) también incluyó a Cuba entre los cuatro regímenes autoritarios que existen en América Latina, para abordar el retroceso democrático en la región dentro de su informe Riesgo Político América Latina 2023.
«Todo parece indicar que las perspectivas para 2023 seguirán siendo mayoritariamente negativas. En Cuba y Nicaragua no se observa voluntad para iniciar una transición a la democracia. Vemos, por el contrario, un recrudecimiento de la represión», señalaron.
El Salvador y México
La Unidad de Inteligencia de The Economist advierte que el número de países con regímenes autoritarios en la región podría aumentar. Considera en riesgo El Salvador, que experimentó el segundo mayor retroceso de la región, en cuanto a la calidad de su democracia, después de Haití.
Ambos países, junto a México, arrastraron a la región hasta el puesto más rezagado en cuanto a la calidad de la democracia a nivel mundial.
Sobre El Salvador, el informe apunta que su presidente, Nayib Bukele, transita su cuarto año de gobierno con el 87,8 % de los ciudadanos a favor de su gestión. Ello le ha permitido sobrepasar límites y tomar medidas de corte autoritario que han encendido las alarmas a nivel internacional. Entre ellas está el anuncio, en septiembre de 2022, de que buscará la reelección en los comicios de 2024. Esta opción ha estado históricamente prohibida en la Carta Magna, pero fue aprobada por los jueces de la Corte Suprema de Justicia, instaurados en el puesto por él mismo.
En el marco de su plan de mano dura para acabar con las pandillas involucradas con el narcotráfico y el crimen organizado, Bukele extendió en enero, por décima vez, el estado de excepción, lo que limita las libertades individuales y habilita las detenciones sin orden judicial.
Esta semana, el mandatario salvadoreño inauguró la que describió como la cárcel «más grande de América», donde planea encerrar a 40.000 presuntos pandilleros.
Respecto a México, el informe de la Unidad de Inteligencia de la revista británica señala la existencia de un régimen híbrido en un «proceso de retroceso democrático bajo la presidencia de Andrés Manuel López Obrador».
López Obrador ha sido acusado de expandir el papel de las fuerzas armadas en ámbitos del Gobierno como la seguridad pública y la economía. El informe se refiere también a la polémica reforma electoral aprobada por la mayoría oficialista del Senado mexicano en diciembre, que redujo el presupuesto y la estructura del órgano electoral independiente.
A ello se suman los atentados contra la libertad de expresión. En México fueron asesinados 13 periodistas en 2022 y los servicios de inteligencia espían a activistas y periodistas, detalla el reporte.