CARACAS.- El salario mínimo en Venezuela perdió su poder adquisitivo en casi 90 % en los últimos 18 meses debido a la inflación y la devaluación de la moneda local, el bolívar, según el director de la firma Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros.
El economista explicó que actualmente el salario mínimo solo alcanza para comprar el 10% de lo que se podía adquirir con el mismo salario hace un año y medio. Esta situación afecta especialmente a los trabajadores del sector público, quienes no reciben ninguna compensación en moneda dura que pueda ayudarlos a paliar la constante subida de los precios.
Oliveros indicó que la pérdida del poder adquisitivo del salario mínimo en el sector público es «significativa» en comparación con el salario que perciben quienes trabajan para el sector privado, «que también ha perdido valor, pero no en la misma proporción».
En Venezuela, el salario mínimo actual es de 130 bolívares, lo que según la tasa de cambio oficial del dólar frente al bolívar equivale a $3.8. Con ese salario los trabajadores deben hacer frente a una canasta básica que se ubica en alrededor de $500, según cifras de entes privados e independientes.
El pasado mes de agosto, el Cendas-FVM, un ente independiente del régimen, reveló que la canasta alimentaria para una familia de cinco miembros tuvo un costo de $491. Esta canasta está integrada por 60 productos. El salario mínimo mensual en agosto fue de $3.98, por lo que el ente estimó que el salario mínimo solo alcanzó para comprar el 0.8% de la canasta.
Por su parte, el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), también independiente, informó que en agosto la tasa de inflación se situó en 13.6%, la cifra mensual más alta de lo que va del año. De esa manera, las tasas de inflación anualizada y acumulada fueron de 422% y 144.6%, respectivamente.
«Por las dos vías estás afectado y genera esta situación de extrema vulnerabilidad que tienen los trabajadores de la administración pública. Es cierto que los trabajadores de la administración pública tienen unas bonificaciones que intentan compensar la pérdida, o que en la mayoría de los ministerios y organismos públicos se entregan ayudas en términos de bolsas de comida. Pero incluso, con ese contexto, la pérdida es importante”, dijo Oliveros, reseñó el portal El Nacional.
Inflación al galope
El comportamiento de la inflación en agosto ocurrió en el contexto del aumento del 8.3% del tipo de cambio del bolívar, respecto al dólar en el mercado paralelo, mientras que la tasa oficial emanada del Banco Central de Venezuela (BCV) se incrementó en un 10.5%.
«Ello significa que los precios sobre reaccionaron a la depreciación del bolívar, con lo cual se podría estar observando una trayectoria inflacionaria difícil de detener al estar la economía sin un ancla o referente para la formación de los precios», señaló el OVF en su página web.
Respecto a los salarios, el OVF destacó que las remuneraciones en el sector público se mantienen congeladas desde marzo de 2022, «con lo cual el poder adquisitivo de los trabajadores activos y pensionados ha experimentado un notable deterioro, lo que indudablemente debilita el consumo e inhibe el crecimiento de la economía».
En ese sentido, el organismo alertó que «Venezuela está entrando en un proceso de aceleración muy pronunciada de alza de precios».
De acuerdo con el informe del Banco Mundial sobre la inseguridad alimentaria, correspondiente a julio de 2023, Venezuela lidera la lista de los 10 países con la inflación nominal de alimentos más alta del mundo, con 414 %. Las causas radican en la destrucción del aparato productivo del país como consecuencia de las políticas aplicadas por el chavismo desde hace más de dos décadas y del colapso de la industria petrolera, el principal ingreso del país. A ellos se agrega los altísimos niveles de corrupción en el Estado.