“El puente está quebrado, con qué lo curaremos” esa es la situación que hoy vive Venezuela, tras el anuncio hecho este jueves por Guatemala de romper relaciones con el país suramericano que no tiene los mejores vínculos diplomáticos con sus vecinos debido a la crisis que afecta a la nación.
El nuevo presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, quien fue investido el pasado martes, ordenó cerrar la embajada y romper relaciones con el régimen de Nicolás Maduro, y en su momento el exmandatario Jimmy Morales solicitó el retiro de su embajadora en Venezuela, Elena Salcedo, por “injerencia” en asuntos internos.
Guatemala se une así a una lista de países que han manifestado abiertamente no sostener ningún tipo de vía diplomática con Venezuela, entre ellos Paraguay, pero también están los que si bien no han cortado las relaciones sí mantienen una tensa comunicación y distanciamiento de Maduro.
Factores como el no reconocimiento de Maduro, quien asumió un segundo mandato de seis años considerado ilegítimo; el apoyo al presidente del Parlamento venezolano, Juan Guaidó, como presidente interino y los recientes abusos del poder han generado una ola de rechazos en la región y cierre de relaciones con algunos.
LOS VECINOS DAN LA ESPALDA A MADURO
Fue en enero de 2019 cuando Maduro asumió como mandatario ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y desafió a la comunidad internacional. Desde ese momento aumentó la presión contra su Gobierno, al tiempo que reconocieron a Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional (AN), como presidente interino.
De inmediato, el mandatario de Paraguay, Mario Abdo Benítez, ordenó el cierre de la embajada y el retiro del personal diplomático en Caracas.
Colombia, quien bajo la batuta de Iván Duque ha abanderado la lucha por no reconocer a Maduro y alertar ante varios organismos internacionales la grave crisis que vive el país vecino, también rompió relaciones al ordenar el regreso de los funcionarios diplomáticos y consulares luego de que Maduro hiciera lo mismo.
El Gobierno de Colombia “reconoce al presidente Juan Guaidó”, jefe del Parlamento venezolano y que se juramentó en enero de 2019 como mandatario interino de su país.
En esa misma corriente aunque no de manera contundente, Perú evaluó una eventual ruptura de relaciones diplomáticas, tras reducirlas con el llamado a consultas de la encargada de Negocios en ese país.
Brasil, bajo el Gobierno de Jair Bolsonaro, ha dado un portazo al abandonar la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) por el apoyo que el organismo da a regímenes no democráticos como los de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
El Salvador fue uno de los que cambió su timón diplomático con el presidente Nayib Bukele, quien ordenó la expulsión de todos los representantes de la embajada venezolana en el país, luego de que Maduro hiciera lo mismo con el cuerpo diplomático salvadoreño.
El Grupo de Lima, integrado por 12 países, junto con Estados Unidos declaró estar dispuesto a adoptar nuevas sanciones contra Maduro al condenar sus “crecientes vínculos” con “grupos armados al margen de la ley”.
LA TENSIÓN DE LA CUERDA DIPLOMÁTICA: GUAIDÓ
El protagonismo de Juan Guaidó y su reconocimiento por varios países como el presidente interino de Venezuela ha tensionado la cuerda diplomática de Maduro con varios de sus vecinos hasta llegar al distanciamiento.
Ecuador ha tomado distancia en sus relaciones diplomáticas con el país vecino al mantener sin cambios su representación diplomática en la Embajada en Venezuela, liderada ahora por Manuel Caiza, encargado de Archivos, después de que en 2018 fuera expulsada la de negocios, Elizabeth Méndez.
El Gobierno de Lenín Moreno expulsó a la embajadora de Venezuela, Carol Delgado, luego de que el ministro de Comunicación e Información venezolano, Jorge Rodríguez, acusara a Moreno, de “mentir” sobre el número de migrantes venezolanos llegados al país.
Bolivia, que vive una crisis tras la renuncia como presidente de Evo Morales, acusado de fraude electoral, y uno de los bastiones que apoyó a Maduro durante más de 10 años, ahora entra en revisión de sus relaciones con Venezuela tras el cambio de Gobierno representado en la presidenta interina Yanine Áñez, quien reconoce a Guaidó como mandatario venezolano.
Maduro, en respuesta, retiró las credenciales de los agregados militares de Bolivia en Caracas y les dio como plazo 72 horas para que abandonaran el país el pasado mes de noviembre.
Panamá, en 2018, con el entonces presidente Juan Varela también rompió relaciones que luego se restablecieron, pero el país apoyó a Guaidó.
Países como Colombia, Chile, Honduras, El Salvador, Argentina, Ecuador, Paraguay, Perú, entre otros han recibido las credenciales de los representantes diplomáticos de Guaidó dando una muestra de apoyo contundente al líder de la AN.
LOS ALIADOS DIPLOMÁTICOS DE MADURO
México ha sostenido una postura neutral ante Venezuela y aboga porque el país pueda salir de la crisis humanitaria en la que se encuentra a través del diálogo sin que esto afecte sus relaciones. Mientras se espera que el electo presidente Luis Lacalle Pou endurezca la posición de Uruguay, cuando asuma la Presidencia el primero marzo.
Cuba es el puente más fuerte que a nivel diplomático apoya al régimen de Maduro unido a Nicaragua, que con Daniel Ortega, han defendido el sentir de la revolución bolivariana criticando el accionar de Estados Unidos al imponer sanciones contra Venezuela.
Aliados que también se refuerzan con la presencia de Rusia, China, Irán y Turquía con quienes los lazos bilaterales han traspasado de lo diplomático a lo político.
Mientras Maduro busca configurar alianzas, la lista de países, que no desean una estrecha relación con Venezuela aumenta, generando que el puente diplomático se quiebre cada vez más.
Fuente: El Carabobeño