NACIONES UNIDAS — La presidenta de Honduras Xiomara Castro dijo el martes ante la Asamblea General de las Naciones Unidas que las caravanas de migrantes que le huyen a la pobreza son producto de “una dictadura” que gobernó su país durante más de diez años y se quejó de que la comunidad internacional apoyó al gobernante de ese período, Juan Orlando Hernández, quien hoy está siendo juzgado por corrupción.
Desde el 2018 miles de hondureños migraron en grandes caravanas atravesando Guatemala y México para llegar hasta los Estados Unidos huyendo de la pobreza y la violencia en su país.
Castro, que prometió resolver el problema de migración como prioridad, dijo que esas caravanas son «producto de 13 años de dictadura que dejaron al país en ruinas».
Castro, una izquierdista que asumió la presidencia en enero, dijo que es imprescindible analizar el contexto en que la gente emigra en un intento de justificar que el fenómeno de la migración sigue en aumento.
La gobernante dijo que, “represento al primer gobierno electo democráticamente después de transitar 13 años de dictadura”, expresó la gobernante. Agregó que “el golpe militar del 2009 fue seguido por dos sendos fraudes (electorales), una pandemia y dos huracanes”.
Este es el “contexto de cruel sufrimiento por el que nos ha tocado atravesar”, agregó. “La democracia electoral no es suficiente para obtener el bienestar material y espiritual”, dijo la presidenta señalada de que es su esposo, el expresidente Manuel Zelaya, quien gobierna.
Zelaya fue destituido en 2009 cuando intentaba reformar la Constitución para reelegirse, un hecho que logró el expresidente Juan Orlando Hernández, que le permitió gobernar por un segundo periodo. Hernández gobernó Honduras entre 2014 y el 2022. Fue acusado de llegar a la presidencia a través de un fraude electoral por Zelaya y otros opositores a su gobierno.
El gobierno de Castro promueve el nepotismo, uno de sus hijos es su secretario privado.
Y siguió justificando la excesiva migración culpando a sus antecesores. “Cada caravana de migrantes que sale huyendo de la dictadura de más de una década”, insistió, “es una dura pérdida para el país y para sus familias”.