Edward Rodríguez,
El fin de semana pasado leímos un mensaje en la red X de Romain Nadal, actual embajador de Francia en Argentina y ex embajador en Venezuela, en el cual desarrolló una valiosa síntesis de su labor en los seis años que estuvo en el país.
El diplomático Nadal publicó en sus redes un video del recibimiento en el aeropuerto de Paris de los veteranos americanos que lucharon en la Segunda Guerra Mundial y que participaron en el desembarco de Normandía, la operación más grande vista hasta el momento de invasión a Europa que sirvió para liberarla del nazismo sembrado por Adolf Hitler.
El menor de aquellos hombres no tendría menos de 98 años, otros rondan los 105 años de edad. Quizás sea el último año que puedan participar en un homenaje de esa magnitud, pero el reconocimiento tiene que quedar marcado ante la historia porque como reza el dicho: las cosas por sabidas se callan y por calladas se olvidan.
Eso fue suficiente para dedicar el artículo sobre ese hecho que este jueves 6 de junio de 2024 cumple 80 años, y el cual sin duda fue una operación militar exitosa que logró el objetivo inicial de acabar con una guerra que, efectivamente, terminó once meses después.
La planificación estratégica, el tiempo sin apresuramiento y el secreto permitió que se diera ese día, no antes ni después sino ese día, quizás por siempre hablaremos del “Día D” para referirnos a una fecha de tal desenlace.
Así lo demuestra un trabajo publicado por la BBC recientemente que recoge los detalles que quizás no se sabían del desembarco, uno de ellos tiene que ver con la comunicación, pues dos años antes, este medio del gobierno del Reino Unido (la BBC) hizo un falso llamado donde solicitaba a los oyentes que enviaran fotografías y postales de las costas desde Noruega hasta los Pirineos y en efecto así ocurrió.
De esa solicitud se recopiló toda la información sobre playas adecuadas para el desembarco, es decir, la foto seleccionada era la de Normandía.
Otra táctica que se utilizó fue la del engaño, herramienta útil en la estrategia diseñada, y se basó en el uso de dobles agentes, se filtró información falsa e inclusive se armó un ejército fantasma en una playa en Calais, se colocaron tanques, inflables, soldados de cartón e inclusive muñecos con paracaídas para que los alemanes en sus vuelos de reconocimiento observaran el movimiento militar, pero desde el cielo no se percataron que era todo de mentira, una literal maqueta.
Unos 160 mil hombres tuvieron la primera misión de desembarcar en Normandía, trasladados en cientos de buques que en parte no fueron divisados, a ello se le sumaba que en Reino Unido aguardaba un millón 800 mil soldados de 12 países listos para atacar.
Como podrán ver, no hubo improvisación en la operación militar, aún cuando la suerte ayuda, tampoco estaba contemplada, sin embargo, la variable meteorológica (mal tiempo) influyó y prorrogó por un día la ejecución de dicho plan para finalmente llevarlo a cabo el 6 de junio de 1944.
Mientras tanto, el círculo de Hitler navegaba en el exceso de confianza, al punto de que el ‘Führer’ ese día dormía y ninguno de sus colaboradores se atrevía a despertarlo para informarle de lo que ocurría ni tampoco tomaron la decisión de enviar tropas. A lo que despertó ya era tarde.
Por otro lado cuenta la BBC que el mariscal Erwin Rommel, llamado ‘Zorro del desierto’ quien estaba a cargo de Normandía, se sintió tan confiado que se fue a Alemania horas antes para celebrar el cumpleaños de su esposa. Así que la noticia también lo tomó por sorpresa.
Hoy conmemoramos los 80 años del desembarco de Normandía, con un aprendizaje extra: el exceso de confianza nunca es buen consejero, ni con improvisación se logran los cambios.