Alrededor de 50 líderes mundiales participaron en el evento a través de video junto a expertos económicos, incluyendo a los directores del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Pero hubo notables ausencias, como los mandatarios de las dos economías más grandes del mundo: Estados Unidos y China, que atraviesan por un momento tenso en sus relaciones debido a la pandemia y otros asuntos. Rusia tampoco participó.
La misión de China ante la ONU no participó “debido a un conflicto de horario” y presentó un comunicado por escrito. La delegación de Estados Unidos no respondió a solicitudes para explicar su ausencia. Más tarde, Guterres dijo a los reporteros que ninguno de los dos países podía contar con una participación de alto nivel, pero “existe un compromiso tanto de Estados Unidos como de China para ser parte de este proceso, lo cual acogemos enormemente”.
El primer ministro canadiense Justin Trudeau, coanfitrión del evento, dijo que Naciones Unidas quería reunir a decenas de líderes globales y expertos financieros porque “necesitamos ideas creativas” para lidiar con la pandemia.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen hizo un llamado a “una iniciativa global de recuperación” que vincule las inversiones y el alivio de deudas con los objetivos de desarrollo de Naciones Unidas para 2030, los cuales incluyen eliminar la pobreza extrema.
“Europa está dispuesta a aportar experiencia y recursos, con instrumentos financieros tanto tradicionales como innovadores”, declaró. “Pero debe ser una recuperación verde, una recuperación digital y simplemente una recuperación sólida”.
El primer ministro británico Boris Johnson dijo que el mundo debe “reconstruirse mejor”, afirmando que cree que “podemos superar esta crisis y lograr una recuperación sólida, ecológica y justa”.
Guterres señaló que esta “tragedia humana sin precedentes” que significan los 5,5 millones de casos de COVID-19 y más de 350.000 muertes se ha sumado al devastador impacto económico que ha dado pie a su llamado desde marzo a un paquete de ayuda equivalente a más del 10% de la economía global.
“Los países desarrollados han anunciado sus propios paquetes de ayuda, porque pueden hacerlo”, puntualizó. “Pero aún no hemos visto suficiente solidaridad con los países en desarrollo para brindarles el enorme y urgente apoyo que necesitan”, dijo el secretario de la ONU.
Fuente: Diario las Américas